El Nacimiento de la Hermandad de Araceli

José Iván Martín Pascual. Desde el día 16 de diciembre hasta el 6 de enero se podrá visitar en la Parroquia de San Andrés el belén presidido por la imagen de Nuestra Señora de Araceli, acompañada por la imagen de San José y su Niño.

El montaje recrea el estilo napolitano, implantado en España por la dinastía reinante de los Borbones. Así, el magno retablo mayor, fechado en el último cuarto del siglo XVIII, sirve de fondo, habiéndose añadido una columna antigua festoneada con damascos rojos y una estrella de metal plateado que hace presente el astro que siguieron los Reyes de Oriente para adorar a Jesús recién nacido. En el centro, una combinación de damascos sirve para centrar la atención sobre el grupo.

La imagen de la Virgen aparece en esta ocasión simulando estar sentada en un rico sillón estilo Chippendale, perteneciente al grupo de la Familia de la Virgen que posee la parroquia. La imagen mariana aparece vestida con saya de raso color crema y encajes del mismo tono, cubriendo su cabeza con un velo de novia de principios del siglo XIX y con un manto de brocado celeste con hilos y encaje de plata. La cintura la lleva ceñida con un fajín hebraico en tonos rosados y violáceos, procedente de Vietnam. Para esta ocasión especial, la Virgen luce como atributo de realeza una corona de canasto, imperiales y ráfaga, realizada en plata en su color y fechada entre los siglos XIX y XX. Esta pieza ha sido amablemente cedida por la Hermandad de la Santísima Trinidad de la ciudad de Utrera.

La figura de San José, representado por una imagen de Adolfo López de principios del siglo XX que posee la parroquia, ha sido sobrevestido, habiéndole sido colocados sobre la talla una túnica roja, formada por un rico paño de mesa de brocado rojo con motivos orientalizantes propiedad de la parroquia, y sobre ella se ha dispuesto, con un artístico plegado, un mantolín de brocado verde. La santidad de la figura queda señalada por un nimbo de plata de estilo rocalla.

El Niño Jesús, por último, aparece ataviado con el clásico batón de cristianar, reposando sobre una cuna formada por diferentes piezas textiles del patrimonio parroquial. Alrededor del Niño, como ofrendas dejadas por los pastores, han sido colocados diferentes elementos de artesanía andaluza: un calentador o “cisco” de bronce lucentino, un “lebrillo” de cerámica, en alusión a la labor tradicional del barrio de Triana, y varios elementos de cestería, todo ello acompañado de alimentos naturales que aluden al patronazgo de Nuestra Señora de Araceli sobre el campo andaluz. El exorno floral está compuesto por flores de pascua en su tradicional color rojo.