Pilas Cofrade. Tras los días pasionistas, el Sábado Santo pinta de otra forma en la localidad, se sigue manteniendo los aires de Sábado de Gloria como hasta la década de los cincuenta donde fue proclamado Sábado Santo, y es que la Resurrección empieza a palparse en el ambiente cuando el palio de la Soledad arría en el templo parroquial dando por finalizada su procesión; es en ese momento cuando el pileño piensa en ver a Cristo Resucitado y celebrar la propia Resurrección como sólo él sabe hacerlo.
Domingo de Resurrección que se ha caracterizado por los cambios que la sociedad de hoy día va imponiendo en las tradiciones y fiestas más señeras, y como bien resaltó el comentarista oficial de nuestra Semana Santa, nuestro querido Don Antonio Romero, las mañana de Carreritas empieza a retrasarse en el reloj. Si antes fueron al alba, luego entre las nueve y las diez de la mañana y hasta no hace muchos años alrededor de las once, las de este año han sido las más tardías conocidas.
La nueva banda de Cornetas y Tambores de la Sociedad Filarmónica de Pilas se estrenó en nuestra Semana Santa tras el paso del Niño Dios en la mañana del Domingo de Resurrección, luciendo su nuevo uniforme y el banderín bordado sobre terciopelo burdeos por una de las componentes de la junta directiva de la Asociación de la Borriquita. No obstante, delante del paso de la Virgen de Belén, tocó por segundo año consecutivo la Banda de Cornetas y Tambores "Pasión de Cristo" de la capital hispalense.
A las ocho de la mañana, y tras una madrugada intensa y pasacalles de las respectivas bandas que acompañaron a las imágenes, salieron a la calle de sus sedes canónicas el Niño Dios y la Virgen de Belén, destacando la ausencia de público, ya que como bien indicamos anteriormente, la sociedad va cambiando y suponemos estamos ante una próxima remodelación horaria de la fiesta en sí, pues sin el público la fiesta no tiene sentido y es lo que la sociedad está demandando, pues se vive mucho la noche y la fiesta se retoma bien entrada la mañana.
Nuestra Señora de Belén espléndida y majestuosa en su paso de gloria, estampa única de la Virgen entre los naranjos de la Plaza Mayor o de los Bancos, como bien nos gusta llamarla en Pilas, naranjos bien cuajados de azahar este año, más que nunca, perfumando de ese aroma especial que nos embriaga en los días de la Semana Santa, como bien perfumaba las hermosas flores que lucía el exorno del paso de palio y el ramo de orquídeas que sostenían sus benditas manos.
Un exorno floral alco más blanquecino que otros años, dejando atrás las varas de gladiolos rojos o claveles del mismo color, muy característico en los últimos años y que eran alternados con variadas flores de tonalidad blanquecina, como acertadas fueron un año más, las flores que exornaron el paso del Niño Dios, aunque desgraciadamente no duraron del todo al llegar la plaza como así sucediese el pasado año, ello debido tal vez al desprendimiento del baldaquino que rodea la cúpula superior del paso del Niño Dios.
Lluvia de pétalos a la llegada de la Virgen a la Plaza, sentimiento que se está convirtiendo en tradición en los últimos años y que pensamos es una manera hermosa de recibir a la Virgen en el corazón de nuestro pueblo en la mañana de Carreritas. Acto que fue acompañado del reparto de garrapiñas blancas y rosas a las que se está uniendo curiosamente unas de chocolate ... para todos los gusto.
Alrededor de unas siete, fueron las correctas Carreritas que tuvieron lugar en la plaza, bajo la contemplación de muchísimo público, cada año más, ya no sólo pileños y pileñas, sino personas que nos visitan de distintos y variados lugares, ya sea del entorno más cercano o de cualquier otro punto de nuestra geografía.
Pasadas las doce del mediodía, las imágenes enfilaron en una procesión de regreso a la Parroquia algo apresurada debido a la hora, pues la misa dominical tiene previsto su comienzo a las doce en punto, pero ésta ha de ser presidida por la imagen de María Santísima de Belén bajo palio y la del Divino Infante Dulce Nombre de Jesús, que llegaron al templo parroquial alrededor de las doce y vente del mediodía.
En la Iglesia Parroquial se viven momentos únicos el Domingo de Resurrección. Durante unas horas, nuestras devociones marianas más arraigadas comparten techo, es un auténtico lujo poder contemplar a Nuestra Señora de Belén, de la Soledad, de los Dolores, del Rocío, ... juntas en esta bella mañana, en la que todo es fruto del milagro bendito de la cristiandad ... María radiante en la Pascua de la Resurección pileña.
Texto: Víctor M. Mudarra Fuentes.
Fotografías: Rosario Moreno Quintero y Rafa Romero Rodríguez.
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