Provincia. Ntra. Sra. del Carmen, la Intercesora de Ánimas del Purgatorio

José Rodríguez Cano. El 16 de julio de 1251, la Virgen María se apareció su fervoroso servidor, San Simón Stock, y le entregó el hábito que había de ser su signo distintivo.

Inocencio bendijo ese hábito y le otorgó varios privilegios. Llevando una persona el Bendito Escapulario de la Virgen del Carmen, que es la reducción del hábito que llevan los frailes y monjas de las Órdenes Carmelitas, participa de todos los méritos y oraciones de la Orden , y pueden verse libres del Purgatorio a través de la Santísima Virgen , si hubiera sido fiel a las condiciones impuestas para su uso.

A él ha vinculado la Virgen dos maravillosas promesas:

- El privilegio de preservación o exención del infierno para cuantos mueren revestidos con el Escapulario Carmelitano.

- Sacar del Purgatorio, a quien muriese con el Escapulario puesto, el sábado después de la muerte.

El Santo Escapulario ha sido llamado el “Sacramento de María”.

Consiste en una tira con una abertura por donde introducir la cabeza y que cuelga sobre el pecho y la espalda, pendiente de los hombros (en latín, “scapula”).

Un sacramental es un objeto religioso que la Iglesia ha aprobado como signo que nos ayuda a vivir santamente y a aumentar nuestra devoción.

El escapulario, al ser un sacramental, no nos regala gracias como hacen los sacramentos, sino que nos disponen al amor a Dios y a la verdadera contrición del pecado si los recibimos con devoción.

Los laicos no pueden llevar hábito, pero los que desean asociarse a los religiosos en su búsqueda de la santidad pueden usar el escapulario. La Virgen dio a los Carmelitas el escapulario como un hábito miniatura que todos los devotos pueden llevar para significar su consagración a ella.

Fotos: Virgen del Carmen de Villaverde del Río (José Rodríguez Cano).