La Virgen del Pilar se paseó por la feligresía de San Pedro en su onomástica

Daniel García Acevedo. El barrio de San Pedro se engalana todos los 12 de octubre para recibir a la Virgen del Pilar en el día de su festividad.

Esta pequeña Virgen procesiona sobre un espléndido paso neogótico y los costaleros estuvieron, como desde hace muchos años, a las órdenes de Antonio Santiago junto con sus auxiliares.

En el cortejo figuraban los hermanos mayores de la Virgen de la Cabeza, Sacramental de San Pedro y Cristo de Burgos. Este año no asistieron las representaciones italianas que desde hace dos años participaban en la procesión.

Es digno de mención el estreno de la media luna que lució la Stma. Virgen a sus plantas, realizado por el taller de orfebrería Santa Cruz.

La Virgen visitó los conventos del Espíritu Santo, Pozo Santo y Santa Ángela de la Cruz y las iglesias de San Juan de la Palma, donde estaban las hermandades de la Amargura, Virgen de la Cabeza y Montemayor y la capilla de la Divina Pastora en la calle Amparo.

 

En la calle Gerona, junto a la residencia de ancianos, fue instalado un pequeño altarcito donde dos personas, suponemos que aragonesas, tocaron sendas gaitas en homenaje y honor a la que es patrona de España y de la comunidad de Aragón.

El acompañamiento musical estuvo a cargo de la banda de música María Stma. de la Victoria (las Cigarreras), dirigida por José Manuel Toscano, y que hizo doblete ya que por la mañana estuvo igualmente en la procesión de la Virgen del Rosario de los Humeros.

Fotos: Juan Alberto García Acevedo.