La lluvia nos arrancó la Paz... Antonio Sánchez Carrasco
Y de cuajo, justo cuando todo se activaba. Justo cuando empezaba el día a arrancar, a activarse; a comenzar a convertirse en esa gloria que cantara el pregonero.
Un chaparrón débil previsto, que tornó en tromba de agua a las bravas. Y nos llegaron esas imágenes hermosas y dolorosas a la vez.
La vuelta a la tremenda de algunas, pasos resguardados en sitios no habituales. Y el chubasco débil siguió batiendo sobre el centro de Sevilla, mientras muchos vigilantes de la Avenida se afanaban en mantener los pasillos de acceso a las sillas limpios de personas que sólo buscaban un lugar de resguardo para una creciente precipitación.
Los cuerpos de nazarenos se mantuvieron en su sitio, algunos volvieron a sus capillas, sin cartón, derretido de agua.
La lluvia paró y la Estrella y la vuelta de Jesús Despojado y la Paz, nos quedaron para saciar unas ansias de cofradías, que seguirán intactas para el Lunes anto.
Fotos: Antonio Sánchez Carrasco