El sacerdote Pedro Manglano presenta su nuevo libro sobre el sacramento de la confesión

El sacramento de la sencillez

Con un estilo ameno y ágil, éste escritor de éxito logra enganchar al lector con una curiosa trama cuya protagonista es Pipa, un personaje de ficción, que se encontrará a lo largo del libro con pensadores como el Papa Pablo VI, Nietzsche o Freud, y con figuras de novela como Pepito Grillo, El Principito o Caperucita Roja, con los que irá desentrañando el sentimiento de culpa que nos atenaza a todo ser humano, y la forma en que podemos liberarnos de esa losa que nos frena para vivir con plenitud y felicidad.

En una segunda parte, José Pedro Manglano recoge, entre otros aspectos, los pasos fundamentales que se deben seguir a la hora de confesarse, así como un nutrido diccionario con los términos utilizados habitualmente en el sacramento de la confesión. Durante toda la obra, Manglano recurre a citas bibliográficas, esquemas y dibujos explicativos, para ayudar al lector a entender mejor el texto.

Pedro Manglano subrayó que "el hombre está embrutecido, tocado. Este es un punto de partida imprescindible. Si el hombre no busca cambiar por dentro, todo dará igual. Del corazón del hombre es de donde salen las maldades. Lo que traumatiza es no reconocer la culpa. Es el sacramento de la sencillez"

El sentimiento de júbilo

En la presentación del libro, el escritor Juan Manuel de Prada, quien prologa el libro, ­inspirándose en una idea del escritor inglés Chesterton­, afirmó que «la gente es más alegre en los países de tradición católica» y señaló que «una de las razones por las que la Iglesia hace a las personas más alegres es el sacramento de la confesión. Este sentimiento de júbilo sólo se tiene cuando se recibe el sacramento de la confesión".

El escritor Juan Manuel de Prada explicó que es el sacramento de la humildad. Por ello este libro es un intento de explicarnos un misterio: cómo al lavar nuestra culpa nos hacemos mejores. "Nuestro mundo está marcado por una felicidad rápida, pero detrás está el vacío. Nuestra sociedad está intentando borrar la conciencia del mal. Eso no se puede acallar. En el libro se demuestra que el sacramento de la confesión exige un diálogo porque quien te perdona es otro, es Dios".

El escritor definió a la confesión como "el encuentro de dos corazones, el humano y el divino" y habló de cómo este sacramento «nos purifica y nos devuelve la alegría». De Prada expresó su convencimiento de que ­"al cobrar conciencia de la propia debilidad, se mira con más afecto y menos severidad la debilidad ajena" y añadió que "la confesión nos hace mejores".