Colón exalta el vínculo del Tiro de Línea con su hermandad. Carlos Navarro Antolín. Diario de Sevilla
El escritor y profesor Carlos Colón Perales, miembro del Consejo Editorial de Diario de Sevilla, destacó anoche el fuerte vínculo de Santa Genoveva con el barrio del Tiro de Línea con motivo del pregón del 50 aniversario fundacional de la cofradía del Lunes Santo. Presentado por Antonio Lerate Cabrera –ex hermano mayor e hijo del primer hermano mayor de la cofradía–, Colón dedicó la primera parte de su intervención a relacionar esta efemérides con el 650 aniversario de las primeras reglas aprobadas del Silencio. Como conclusión a esta relación de ambas fechas, resaltó cómo la ciudad "no ha dejado de producir devociones entre 1356 y 2006, no ha dejado de alumbrar hermandades, lo que se demuestra que las cofradías no son cosas del pasado".
Colón recordó también el nacimiento del Lunes Santo en 1924 y la fundación del barrio el mismo año. Rememoró que las primeras casas del Tiro de Línea comenzaron justo entonces a construirse. Se refirió a los tres intentos de fundación de la corporación en los años 1942, 1948 y 1956, respectivamente.
Un momento destacado del pregón fue el dedicado a los patrocinios prestados por las hermandades de la Macarena y el Gran Poder. Del primero recordó que se rememora con una imagen en plata de la Esperanza en el paso de palio de la Virgen de las Mercedes. Del segundo, aludió a la carta de hermandad que lo refrenda con fecha de 1965. Prueba de la estrecha vinculación entre Santa Genoveva y el Gran Poder es que el Cautivo lució el cíngulo del Señor de Sevilla en el año 1959.
Y, por supuesto, no olvidó la importancia del año 1958 en la historia de la cofradía, cuando se produjo la primera salida en estación de penitencia a la Catedral: "Ese primer año los cofrades del Tiro de Línea lo tenían todo porque tenían al Cautivo y a la Virgen de las Mercedes; pero ellos casi no tenían nada. Sobre canasto sin talla ni oro, entre cuatro faroles, a la voz de mando de Antonio Villanueva –el hombre a quien Dios bendijo dándole un hijo capataz una tarde de Lunes Santo, cuando tocaba el martillo que hoy ese hijo toca– naciste Cautivo a Sevilla un 31 de marzo. Pepe Cruz mandaba la casa de tu Madre, modesta como la de Nazaret, palio de desnudo terciopelo, liso manto blanco mercedario, candelería prestada por la Macarena cuya efigie desde entonces es la proa de su palio, flores donadas por los cofrades de la Esperanza y su atavío, milagro de amor hacer mucho con poco, obra de Paco Ponce el de San Lorenzo. Ese 31 de marzo de 1958 se vio el prodigio que tan bien definió Montero Galvache: una parroquia que se hace procesión. Ese 31 de marzo de 1958, no sólo esta iglesia, no sólo este barrio, toda Sevilla oyó hablar de la mansa bondad de Dios y oyó cantar su gloria".
Entre las vivencias narradas, destacó su encuentro con el Señor Cautivo una tarde de Lunes Santo con escaso público en los palcos: "Así lo vi cuando me encontré con Él cara a cara, no aquí en su barrio, ni cuando la vida le rodea en las calles, sino en los palcos, cuando tal vez está más solo, una ya lejana tarde de Lunes Santo. Estaba parado el Cautivo junto al Laredo, en la desembocadura de Sierpes, tan infinitamente vulnerable y tierno, tan infinitamente poderoso y fuerte; tan modesto y humilde, tan arrogante y desafiante; un viento del pueblo parecía agitar suavemente su túnica, una determinación que ningún poder terrenal podría doblegar, ni aún matándolo, le mantenía erguida la cabeza; era su riqueza su desposesión y su libertad su cautiverio; un dulce pero también duro reproche se desprendía de esa figura que tuvo por un instante el poder de convertirnos a todos en el pueblo de Jerusalén que contempló con curiosidad o con diversión –tal vez incluso con compasión, pero sin hacer nada por Él– su condena y su muerte". Remató destacando "la Merced que supone esta hermandad para Sevilla" no sin antes glosar la figura del sacerdote Antonio González, clave en la historia de todo el barrio.
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