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Provincia. Nuestra Señora del Rosario presidió la Ofrenda en Carrión de los Céspedes


Manuel Pinto Montero. Un año más el pueblo de Carrión de los Céspedes volvió a celebrar la tradicional Ofrenda floral a Nuestra Señora del Rosario que presidió el paso de la comitiva por la Plaza de San Martín la tarde del último domingo de septiembre. Sesenta años son los que cumple esta bella tradición en la que Carrión de los Céspedes sigue engalanándose en honor a su venerada Virgen del Rosario para realizar su ofrenda a las plantas de la Santísima Virgen.

La Banda del Nazareno de Huelva iniciaba la larga comitiva de jinetes, coches de caballos y espectaculares carrozas que recorrió las calles del pueblo esperando la salida de Nuestra Señora del Rosario desde el Templo Parroquial cuando ya los últimos rayos de sol bañaban el campanario de la Iglesia. El fervor se desató mientras la Virgen del Rosario avanzaba por la nave principal de la Parroquia buscando la Plaza. Los sones de la Banda Municipal de Gerena la acompañaron minutos después de poner sus sones tras la carroza de la Reina Mayor.

Nuestra Señora del Rosario procesiona en esta ocasión sobre su paso de plata alumbrada por candelabros de guardabrisas en las esquinas y exornadas con flores de tonos amarillos y anaranjados. Lució la Santísima Virgen saya blanca bordada y manto azul bordado. En su mano izquierda sostuvo al Santísimo Niño que lucía túnica blanca bordado, mientras que en su mano derecha portaba cetro de oro y rosarios. Sobre sus sienes portó la corona de oro impuesta el 8 de octubre de 1944, así como numerosas joyas prendida sobre su pecho.

Tras salvar los escalones de la Plaza, la Virgen del Rosario quedó entronizada en la engalanada plaza junto a la Reina Mayor e Infantil y sus respectivas Damas que cada año la acompañan durante las grandes Fiestas del Rosario. Pasaban unos minutos de las ocho de la tarde cuando los jinetes iniciaron la ofrenda entre vivas y ovaciones. Los distintos ramos se colocaban en la escalinata de la plaza a los pies de la Santísima Virgen del Rosario. Del mismo modo los coches de caballos se postraban ante la Virgen rezando por sevillanas. Las distintas carrozas que componen el cortejo también paraban ante la Virgen del Rosario ofreciéndole sus flores y sus ovaciones.

Una vez finalizado el acto Nuestra Señora del Rosario regresó al Templo de San Martín esperando la mañana del primer domingo de octubre cuando de nuevo pasee por su pueblo que se vestirá un año más de gala para la Santísima Virgen del Rosario.

Fotos: Manuel Pinto Montero.










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