La Saeta

Fco Javier Montiel. La Saeta es la oración que eleva a lo más sublime el sentimiento en Semana Santa. Es ese rezo, que al oírlo, te desgarra el alma con el amargor de sus versos. Cante triste donde se expresa el dolor, el arrepentimiento y la devoción del saetero, que todos son personas de fe, pues de otra forma no podrían nunca cantar saetas.

Esta forma de rezar tiene su origen en un canto popular conocido como “Cantar la Pasión”,  que se basaba en una breve entonación recitativa en el que se narraba la Pasión de Jesucristo, dividiendo el texto bíblico a modo de romance de varios cantos basados en estrofas generalmente octosílabas.

Fray Diego de Valencina, gran defensor de este cante, decía que la saeta deriva de los antiguos cantos procesionales. Apuntaba que los frailes Franciscanos cantaban las “Saetas Penetrantes” en sus procesiones de penitencia durante sus misiones. Con el tiempo se fijó el cuerpo melódico y se la conoció con el nombre de “Saeta Vieja” y que se mantuvo inalterable hasta finales del siglo pasado. La melodía de la saeta antigua, que recuerda mucho al ritmo del Trisagio y otras letrillas suyas, se la debemos a Fray Diego de Cádiz.

La saeta actual, la saeta flamenca, tomó el relevo en la voz del pueblo ya adaptadas por voces flamencas, sobre todo en el barrio de La Macarena. Muchos atribuyen la creación de la saeta flamenca a Enrique el Mellizo, lo que puede ser perfectamente cierto, aunque también podemos atribuirla al cantaor Manuel Centeno, a finales del siglo pasado con coplas más naturalistas, más directas, y escritas con requiebros andaluces.

Por su parte, los hermanos Álvarez Quintero nos la dejarían definida en estos versos:

Es la saeta canción,
que hasta el cielo se levanta,
un grito del corazón,
que al pasar por la garganta,
se convierte en Oración.

No imagino Sevilla sin sus Cristos y Dolorosas, sus procesiones, sus flores, sus candelerías encendidas y como no … las saetas por Seguiriya, Carcelera y Martinete.

Afortunadamente, la Sevilla cofrade cuenta con la Escuela de Saetas de Sevilla, creada gracias al interés que pusieron a finales de los 80, José Medina Castro, saetero consagrado y estudioso de la saeta, y Juan Palacios Ávila, por aquel entonces Teniente Hermano Mayor de la Hdad de la Sagrada Cena. La Escuela de Saetas nació para preservar lo que debía ser este cante que nos han legado nuestros antecesores. A juicio de José Medina se llegaban a escuchar algunas saetas que desmerecían lo que debía ser este cante y que se notaba la deficiente interpretación y métrica incorrecta.

El 25 de enero de 1992 se inaugura oficialmente la Escuela de Saetas de Sevilla, con el objetivo de enseñar a los alumnos todo lo relativo a la saeta e intentar guiarlos adecuadamente para que, a través de las clases y actos programados, lleguen a alcanzar un nivel mínimo de preparación que les permita interpretar la saeta de forma digna.

Por la escuela han pasado más de 500 alumnos y se han formado saeteros de gran renombre como Manuel Vázquez Lombo, Diego Benjumea, Miguel Ángel Lara “El Canario”, Ángel Fernández Díaz, Manuel Guzmán, Ana Pérez, Chari Herrera, José Manuel Humanes, Alvaro Carrillo, Ana Bazán, Fernando Caballo, Jesús Ponce o Soraya Vera. También han sido muchos los saeteros que han colaborado en las clases, tales como Pepe Peregil, Pili del Castillo, Paquita Gómez, Angelita Yruela, Manuel Loreto, Aroa Cala o Manolo Cuevas.

En los 27 años de existencia de la Escuela de Saetas, sus alumnos han tenido la satisfacción de participar en pregones, exaltaciones, recitales de saetas, besamanos, besapies, quinarios, septenarios, triduos, subida de imágenes a sus respectivos pasos, presentaciones de carteles, agrupaciones y asociaciones cofrades, televisión y radio, tanto locales como autonómicas y nacionales, tertulias cofrades, etc.…, y no solo en Sevilla, también han rezado cantando en Málaga, Cáceres, Barcelona, Avilés e incluso fuera de España en Italia y Polonia. Todas estas actuaciones de carácter completamente altruista.

La labor realizada por la escuela ha sido premiada con el Nazareno de Plata, por la Peña Cultural Albores. También recibió un premio concedido por la Agenda El Cofrade en colaboración con el Excmo. Ayuntamiento de Sevilla por haber destacado en el ámbito cofradiero.

Fotos: Juan Alberto García Acevedo y Fco Javier Montiel