... Y un año más la lotería vuelve por Navidad. Mariano Lopez Montes

Y un año más, vuelve de Cruz de Guía de la Navidad, con ese soniquete monótono a tambor de banda de barrio que la precede,….  Y pese a las maldiciones que le echamos año, tras año,  al no tocarnos, “ni lo metio” como se suele decir, los cofrades, caeremos en la misma trampa que nos tiende esa “Diosa Fortuna” que nunca muere pese a la falta de generosidad que generalmente otorga a sus esperanzados creyente y adeptos, que año tras año seguimos apostando a un caballo que casi nunca es ganador. Y siempre la misma ilusión, que este año es  el nuestro, que este año nos toca, y al final nos pasara como todos los años , que nuestras ilusiones se han ido al garete un año más, como en aquella mítica película de Berlanga, donde unos americanos ricos, nos iban a sacar de apuros, y al final por la tarde o al día siguiente romperemos y tiraremos las antiguas papeletas o los modernos decimos cofrades, como aquellos vecinos de Villar del Rio desmontaban los decorados de cartón piedra de su falsa y tópica Andalucia.

Cuando al mediodía del 22 comprobemos, un año más, que esa otra “Diosa Fortuna” a la que por cierto los cofrades no le profesamos mucha devoción, y a la que jamás le rendiríamos culto, y aun menos, sacaríamos bajo palio, al son de “Estrella Sublime” o “Pasan los Campanilleros”, nos ha vuelto un año más su divina espalda, nos conformaremos un año más con ese antídoto de la salud, que siempre es lo más importante, y con eso nos sobra con esa Seguridad Social que aun tenemos y sobre todo con la protección de nuestras Imágenes Titulares, esas que nunca te fallan.

Y no es de extrañar que esta Diosa de la fortuna nos tenga tanta inquina, ya que unas Santas Sevillanas y Trianeras para más inri, fueron a la cárcel y martirizadas, por no querer asistir a su procesión y encima romper la estatua de la Diosa, allá por el tiempo de los romanos.

Quizás es por eso, o por la esquiva suerte como diría la mayoría de la gente, el porque esta deidad tan afortunada, nos haga sonar de tan en tarde en tarde su famoso cuerno de la abundancia, o quizás piense que con lo que nos gusta una trompetería, ya tenemos bastante. Por esto y por muchas otras cosas cuando nos enteramos que ese premio al que siempre le sobran kilos y jamás se pone a dieta, ha colmado sus bendiciones a aquel pueblo diminuto de la Rioja Alavesa, a aquella aldea despoblada  del bierzo, o aquel pueblo de nombre un tanto innombrable de Castellón de la Plana, a los sevillanos y más concretamente a nosotros los cofrades nos entran “Los siete sudores” como aun se suele decir, estando en Diciembre, y perteneciendo a “La ciudad más bonita del mundo” como tanto se ha puesto de moda desde hace dos días.

Un hecho social que cada vez cobra más relevancia es la desaparición, cada vez más significativa, de las tradicionales papeletas adornadas con las fotos de nuestras queridas imágenes titulares que colgaban en bares y establecimientos a modo de aquellas típicas banderitas de las verbenas populares, según la pertenencia al barrio del local, la pertenencia a la corporación del dueño, camarero o dependiente según se mire, o la relación de algún parroquiano ilustre, sobre todo si era persona interesada en la hermandad o cofradía, como se solía decir, aquí el término “principal” “o el que allí manda” solía corresponderse a algún cargo de gestión dentro de la Junta de Gobierno.

Y aunque el fondo y la motivación no cambian las formas expresivas como diría algún moderno, si van con la evolución de los tiempos, de aquellos niños de corte marcial, pelo engominado y uniforme de ujier de las antiguas Cortes, se ha pasado a un amplio abanico de niños cantores que multiculturalmente como se suele decir, representan la poli etnicidad  de la actualidad.

Un cambio sustancial para este sorteo y las cofradías es la desaparición de aquellas papeletas, que en los últimos años estaban impregnadas de un alto cromatismo fotográfico, donde además de las imágenes titulares donde se pedía una limosna suplicada de 0,50, o a veces simplemente un donativo para la hermandad de la misma cantidad, junto a la responsabilidad de la Hermandad y más concretamente de su Mayordomo como responsable, al aséptico Decimo actual, por el que han apostado la mayoría de las Hermandades y cofradías donde se cobra el precio de la jugada y una aportación adicional que varia y que no pasa del acuerdo verbal entre ambas partes y que casi siempre está sujeta al anonimato, por eso de aquella agencia recaudadora y nada mendicante a la que pertenecemos casi todos. Desaparecieron aquellas estampitas de nuestros Cristos y Vírgenes, sustituyéndolos por la oficialidad de aquel Belén o Nacimiento, que nunca lo hemos visto en la mayoría de las ocasiones, pero que compartimos todos. Lo único que a veces prevalece, es el sello de la hermandad tintado en el color que la identifica, por detrás como para darle un toque de seriedad al asunto. Se ha perdido la creatividad de los últimos años, pero se ha ganado o se han ahorrado las vueltas que tenía que dar al afortunado ganador del reintegro, buscando al no siempre simpático Mayordomo o pagador que casi siempre ofrecía cierto óbolo para esto o lo otro que se le estaba haciendo a la Virgen, o estratégicamente te colocaba otra participación para un Niño juguetón que tenia encerrado en el cajón, y que cuando saliera a jugar el seis de Enero iba a ser esta vez y de verdad la bomba.

Y es que de verdad y es que cuando nuestros mayordomos y tertulias cofrades que también hay que decirlo compran los décimos fuera, para impresionarnos a los inocentes compradores, en aquella Señora de “Los Madriles” que la llaman “Doña Manolita” y por la fortuna que debe de tener en el banco o en el Monte de Piedad, como se decía antes, debería de tener el trato de “Ilustrísima Señora Doña Manuela”, o bien aquella bruja catalana de Lleida de nombre impronunciable  “La Bruixa d´Or” o la Bruja de Oro, parece que está cada vez mas deslustrada por eso del Independentismo. Bueno pues ni por eso cuando la Diosa Fortuna huele a algo de cofradías dirige su cuerno y lo hace sonar por otro lado, y es que aquí salvo raras excepciones nos falta la ilusión, pero la Esperanza siempre nos sobra más que nadie, y por eso la tenemos viva y presente en el sentimiento particular y colectivo de todos los sevillanos a veces sin tener que ser cofrades.

Por otra parte y viendo las celebraciones de los agraciados con el premio gordo que nos ofrecen por la televisión, no me imagino a nuestros gestores cofrades, tan serios y comedidos según dicta ese protocolo no escrito de comportamiento de miembros/as de Junta de Gobierno, manteando al Mayordomo o al Hermano Mayor de turno, tirándose confetis o poniéndose perdidos los trajes que usan para el protocolo con la Sidra Champan El Gaitero o esa otra baratita comprada en el “Super” próximo, o aquel champan que vende “el chino” o “señor oriental” según mi amigo Joaquin Moreno, genio y erudito de la Calle Feria, por que dada su proliferación, cada barrio, centro o periferia, tenemos uno de referencia .

Por esto y por muchas  cosas más La Lotería de Navidad es tan poco generosa con las cofradías sevillanas, salvo alguna rara excepción hace ya mucho tiempo y cuyo número aparece discretamente camuflado y procesiona cada año en el canasto del paso de Misterio de una Cofradía  del Domingo de Ramos.  Como la sorpresa de los roscos de Reyes es discreto, diminuto y sin merito artístico, pero existe e invito a los lectores de este articulo a que lo encuentren.

Ojala me equivoque, pero auguro que en la mañana del día 22, de nuevo, ese cuerno de la abundancia quedara un año más afónico para Sevilla y sus cofradías, pero por otra parte asevero con total seguridad que a cada uno de nosotros una mañana de Abril; “cuando Sevilla se embriague con el perfume de azahar y la luna brille en los aterciopelados cielos de esta ciudad de inmaculado celeste”, como diría un ripioso pregonero de los mil y un pregones que últimamente se prodigan y reproducen por doquier. A nosotros los cofrades, o los que sentimos algo por la más bella y autentica de nuestras tradiciones, nos habrá tocado un año más “El Gordo de fin de Cuaresma”, cuando tras cualquier esquina veamos aparecer al primer nazareno, con el orgullo y la satisfacción de volver a vivirlo un año más.

                               ….Dedicado a mis amigos Mayordomos D Manuel Ortiz Díaz , que ya descansa en la paz de su Señor del Silencio y su Virgen de La Amargura , y a Don Luis Piazza Rodriguez,   como reconocimiento a su honradez, tradición para su Hermandad del Valle, y falta de protagonismo….. 

Fotos: Mariano Lopez Montes