La Virgen de las Angustias amaneció en el presbiterio para la festividad del 8 de septiembre

Arte Sacro. Con motivo de la festividad de la Natividad de María, la Santísima Virgen de las Angustias estuvo expuesta solemnemente a la veneración de los fieles en el presbiterio de su Santuario.

Para la ocasión, fue ataviada con saya roja de terciopelo bordada en oro y sedas, por el taller de Caro en 1972, donada por un grupo de hermanas con motivo de la imposición de la corona de oro. El manto que aportó en este acto de veneración es el de terciopelo azul con bordados en oro realizados por Fernández y Enríquez en 2003.

Por otro lado, el tocado es un encaje francés de plata del siglo XIX donado por el cuerpo de diputados en el año 2015. Los puños son de encaje Duquesa del siglo XIX donados por un hermano en la Semana Santa de 2019, al igual que el pañuelo de raso y encaje de plata procedente de un corporal antiguo estrenado el pasado besamanos.

Llevó su puñal de oro donado por el hermano Juan Rodríguez Vicente y esposa y diferentes alhajas entre las que destacan dos broches antiguos, donación de la Familia Casablanca; la medalla de la Virgen de los Reyes; el broche de los Donantes de Órganos; y una cruz isabelina. También portó un Rosario dieciochesco donación de un hermano y en su mano del pañuelo una medalla de 1922 de la Virgen de los Desamparados para que ofreciera consuelo en sus Angustias.

La peana en la que presidió la Virgen se ha realizado con un respiradero neogótico del siglo XIX que adquirió la hermandad para sus cultos y completando el altar, dos Ángeles dolientes del paso del Señor, obra de Francisco Buiza en 1979.

Finalmente, el exorno floral lo compusieron diferentes tipos de flor en las que predominaron el nardo, la rosa color lavanda, el delphiniun azul y el eucalipto.

Fotos: Juan Alberto García Acevedo.