Provincia. Nuestro Padre Jesús Nazareno recibió la Llave de Oro de Castilblanco de los Arroyos

Manuel Pinto Montero. El sol doraba la fachada del Templo Parroquial del Divino Salvador de Castilblanco de los Arroyos cuando el cortejo abandonaba el Templo al filo de las cuatro y media de la tarde. Unos minutos después ese mismo sol iluminaba el rostro del Nazareno que fue recibido por su pueblo con un caluroso aplauso. Como si de una mañana de Viernes Santo se tratara Padre Jesús paseaba por su pueblo rodeado de fervor y cariño en una jornada histórica para la Hermandad y el pueblo de Castilblanco de los Arroyos.

El Ayuntamiento castilblanqueño tuvo a bien concederle la Llave de Oro de la Villa a Nuestro Padre Jesús Nazareno por la gran devoción que despierta entre sus vecinos. Esta tala es de autor anónimo del siglo XVII. El sábado 29 de abril todo el pueblo de Castilblanco de los Arroyos le sirvió de cirineo para ayudarle a cargar la cruz por calles que lo esperaban ansiosas. El Señor Nazareno paseó por rincones donde nos es habitual verlo en la mañana del Viernes Santo.

Una de las visitas más esperaba antes del acto de imposición fue en la Residencia de Ancianos Vicente Ferrer donde muchos devotos volvían a encontrase con su mirada. En esta parte del recorrido estuvo acompañado por numerosas mujeres de mantillas y por distintas Hermandades de la localidad y de pueblos vecinos.

El Señor transitó en silencio portado por numerosos costaleros, algunos de ellos que años atrás habían abandonado las trabajaderas volvían a llevar a Padre Jesús hasta la Casa de la Sierra donde tuvo lugar la Misa y entrega de la Llave de Oro de la Villa.

Esta Llave de Oro fue depositada en el cordón que estrenaba el Nazareno. Para esta extraordinaria procesión Nuestro Padre Jesús Nazareno estrenó túnica bordada sobre terciopelo morado, así como cordón y cíngulo de oro. También para esta magna ocasión lució numerosos regalos de devotos y Hermandades de la localidad.

Tras la Misa y la imposición de reanudó la procesión por las calles más emblemáticas de la localidad visitando en su recorrido las casas de las distintas Hermandades. Para su regreso al Templo Parroquial estuvo acompañado de los sones de la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Rosario de Linares.

Ya de madrugada Castilblanco de los Arroyos y su Hermandad del Nazareno cerraban una jornada inolvidable donde se reconoció la gran devoción de un pueblo por Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Fotos: Manuel Pinto Montero.