La Sevilla de las pegatinas. Antonio Sánchez Carrasco

Desde que las redes sociales nos inundaron las fiestas de Sevilla se han convertido en un derroche de típicos tópicos que se van repitiendo conforme vamos sumando primaveras en los sevillanos que somos de capirote de ala ancha. Un personaje del que ya os he hablado se llama Nicolás Chauvin, era un soldado francés y su heroicidad y su afán por todo lo francés llevó a tipificar un comportamiento casi xenófobo en autores que usaban el chauvinismo como el valor desmedido de todo lo propio y un desprecio brutal de lo ajeno. Siempre se nos acusa a los sevillanos de chauvinistas cuando, aunque amamos desmedidamente lo nuestro, nunca despreciamos lo de los demás. Verás a sevillanos por muchos sitios y no todos se portan como deberían, esta claro, pero por garbanzos negros tacharnos a todos es injusto e irreal.

Me gustan las cofradías de muchos sitios, aunque nunca me iría de aquí en Semana Santa, porque mi vida está asociada a los recuerdos emocionales de mis fiestas de primavera. Este año le ha tocado a la Feria, tras una Semana Santa plena, la Feria ha sido el centro de atención de los que dedican su tiempo a buscarle tres pies al gato sin ni tan siquiera informarse. Las casetas son prolongaciones de tu casa, de tu empresa, de tu hermandad..., y como tal se pagan y se trabajan para celebrarlas con los tuyos, eso no es clasismo, es casismo, de casa. Podría enumerar aquí infinidad de fiestas en este país que las ves desde fuera y en las que participas como espectador por no ser de la ciudad o el pueblo, pero ¿para qué?, si ya está nuestra Feria para ser vituperada, como nuestra Semana Santa, tan copiada a veces, como si nosotros tuviéramos la culpa de que adoptaran nuestra costumbres, en vez de conservar tantas y tan hermosas que hay por toda Andalucía.

Aquí en la Feria, si conoces a alguien, entras en las casetas, pues claro, o ¿todo el mundo va metiendo a cualquier desconocido que pase por la calle, en su casa?.  Está claro que hay otras Ferias cuya concepción es distinta y las casetas son de entrada libre, según tengo entendido, porque es lo primero que dicen cuando los enfoca una cámara, pues muy bien, que cada uno celebre su fiesta como le parezca.

Ahora que ya los fuegos son un recuerdo no se que vamos a hacer los sevillanitos, clasistas, cayetanos, maltratacaballos, con nuestro tiempo, ..., bueno si, seguir recibiendo gente que trajeron la moda de las pegatinas y las dejaron aquí en una ciudad que teniendo una identidad tan definida, sigue buscando una identidad nueva, basada en la identidad de otros lugares.

#LosLunesAlSol

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.