El sí del Valle. José Cretario. ABC Sevilla
PASABAN las horas y no sonaba el teléfono. El lunes estaba tocando a su fin y curiosamente la llamada que se esperaba tenía que ver mucho con el fin de algo y el principio de otra cosa. Fue alrededor de la medianoche cuando llegó lo esperado a través de un mensaje de móvil. «Ha salido sí». La hermandad del Valle aprobaba en el cabildo más multitudinario que se recuerda que las mujeres puedan salir de nazarenas y con ello el desbloqueo de unas reglas congeladas en Palacio desde hacía ocho años. El resultado fue muy igualado ya que solo 35 votos separaron los 158 del sí con los 123 del no. Si el hermano mayor Félix Hernández y parte de su junta o el mismo director espiritual que se posicionó abiertamente por el sí en el mismo cabildo no hubieran trabajado el voto afirmativo, estaríamos ahora ante una nueva negativa. ¿Por qué era especialmente importante este cabildo del Valle? Sociológicamente se trataba de una hermandad difícil para la apertura. Corporación de corte familiar con espíritu conservador y de participación limitada, respondería en hipótesis a ese tipo de cofradías en las que el peso de las tradiciones más volátiles supone demasiado a la hora de tomar decisiones de este tipo. Curiosamente buena parte de ese núcleo histórico de las familias del Valle, el ejemplo fueron muchas señoras veteranas, llegó al cabildo claramente posicionado hacia el sí, mientras que algunos grupos de gente joven al terminar la reunión se lamentaron del resultado. Los mayores por el sí y los jóvenes por el no. Parece el mundo al revés, pero esta realidad concreta también se explica en la tendencia neoconservadora que va anidando cada vez más en los sectores de menor edad de muchas de nuestras cofradías. No hace falta hacer encuestas, eso es algo que se percibe o quizá sea que el espíritu contestatario propio de la juventud de las cofradías se mueva ahora en sentido opuesto al de hace años cuando la tendencia era la contraria. El caso es que con el Valle recién subida al carro de las hermandades que no discriminan por cuestión de sexo, las que aun no han planteado o revisado el tema de las nazarenas van camino de convertirse en anécdota. El sí del Valle va ayudar a los propósitos de quienes tienen como misión que ese grupo sea el grupo cero. Cero negativo.
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