Juan Manuel Labrador, pregonero de la Juventud de la Esperanza de Triana 2007: “El nombre de la Virgen es clave para el contenido de mi pregón”

Daniel y Juan Alberto García Acevedo. Juan Manuel Labrador Jiménez, colaborador de esta web cofrade, ha sido designado pregonero en su hermandad de la Esperanza de Triana y hemos querido preguntarle por el pregón y por otras cuestiones relacionadas para conocer algo más de él. Amablemente nos recibió el pasado 15 de diciembre en su casa de la calle Pureza, concediéndonos parte de su tiempo, para realizar esta entrevista.

¿A qué edad empezaste a escribir, y cuál fue tu primer pregón?

Mis primeros escritos los comencé a realizar cuando tan sólo tenía 12 años de edad, y desde entonces, la escritura es algo que jamás he dejado de practicar, así como la lectura, pues sin ella, no se alcanza el grado de conocimiento necesario como para manejar el rico vocabulario que existe en nuestra lengua. Lógicamente, aquellos primeros textos carecían de calidad, aunque las obras, como decía el poeta, son “hijas del tiempo”, y con el paso de éste, creo que me he ido superando a mí mismo. Mi primer pregón, por otra parte, fue el de la Juventud de la Divina Pastora y Santa Marina en 2001, con 16 años de edad, y es un acto que para mí fue muy especial, y de hecho, con el paso de los años, haber sido pregonero de esa imagen bendita me ha llevado a pasar por otros atriles, aunque un pregonero, al saberse cristiano, siempre ha de hablar de amor, y a raíz de ese pregón, el destino me ha ido ayudando a comprender este concepto, y saber reflejar mi mensaje en mis disertaciones.

¿Qué sentiste cuando te comunicaron que tú ibas a ser el pregonero de tu hermandad de la Esperanza de Triana para el 2007?

Pues sentí muchas cosas a la vez. Por un lado, responsabilidad, porque subirte a un atril imprime carácter, y has de ser consciente, no sólo de lo que vas a hacer, sino de lo que vas a decir, porque todo lo que uno diga ha de llevarlo a la práctica el primero. Por otro lado, supuso para mí una gran satisfacción, porque voy a ser pregonero ante la imagen de mis amores, la de mi más honda y profunda devoción, la que a mí me ha transmitido mi madre desde el día en que nací, y voy a hablar ante la Virgen de mi familia y de muchos de mis amigos, por lo que mayor orgullo como cristiano y cofrade no puedo tener. Y finalmente sentí una tremenda alegría, porque hablar de la Esperanza ante una sociedad materialista y excesivamente consumista como la de hoy, es un honor, porque, además, redactar las líneas del pregón te sirve también para meditar mucho e, incluso, para hablar con Ella, e igualmente con Él, sobre los errores y pecados que hoy cometemos.

Sin darnos muchas pistas, pero ¿cómo vas a enfocar el pregón?

El nombre de la Virgen es clave para el contenido de mi pregón, y hablaré de la Esperanza desde muchos puntos de vista. Va a ser el pregón de un cristiano que es pecador, que se equivoca, que como su Cristo, tropieza y se cae, ya no tres veces, sino setenta veces siete, por lo que, sin que se convierta en una homilía ni sermón, si voy a hacer importantes reflexiones, aspectos en los que muchas veces hemos de detenernos y meditar sobre lo que estamos haciendo hoy en el mundo, o sobre lo que no hacemos y deberíamos llevar a cabo. Además, desde que pronuncié la pasada cuaresma mi último pregón, el de mi también hermandad de San Gonzalo, he tenido una serie de vivencias personales como cristiano, como hombre de fe, muy, muy, muy intensas, y que, en cierto modo, condicionan la confección del texto, por lo que éste será tremendamente actual, y será un pregón que es, precisamente, para ser recitado el 8 de marzo de 2007.

 

¿Verso o prosa?

De sobra es conocido por el público que me dedico al verso desde hace mucho tiempo, a pesar de mi incipiente juventud, por lo que el pregón podemos definirlo como un pregón poético, aunque también presentará importantes pasajes en prosa. Eso sí, en qué medida o proporción está presente el verso sobre la prosa... Eso es algo que no desvelaré hasta el momento en el que yo tenga que llegar al atril y abrir las pastas del pregón para comenzar a disfrutar de uno de los sueños más grandes de mi vida de cofrade.

¿Qué te parece que últimamente se esté dando paso para proclamar pregones a gente joven como José Antonio Rodríguez Benítez para el Pregón de Glorias?

Aunque la gente se sorprenda, no es algo novedoso. Desde 1973 tenemos el Pregón Universitario, y en la cátedra del paraninfo se han oído piezas magistrales, aunque hayan sido escritas por chavales que siempre rondan los 22 ó 25 años de edad. Asimismo, el Pregón de las Glorias ha sido pronunciado por muchos jóvenes, como Antonio Candil, Carlos Peinado, Tomás del Rey o José Joaquín Gómez, que lo dio en 1975 con tan sólo 20 años de edad. José Antonio llega al atril de las Glorias de Sevilla con 23 años, siendo el último pregón que ha pronunciado precisamente el que yo voy a dar ahora, el de la Juventud de la Esperanza de Triana, que lo hizo con 19 años, y en la hermandad aún se sigue disfrutando mucho del recuerdo de aquel acto, porque su disertación es una de las más recordadas de cuantas se han pronunciado en la Capilla de los Marineros.

Juan Manuel muchas gracias por dedicar a Arte Sacro, web en la que colaboras, parte de tu tiempo.

Las gracias más sinceras a vosotros, que, como cofrades y compañeros, también sois hermanos míos, y pediros públicamente disculpas, aprovechando la ocasión, puesto que mis labores estudiantiles en la Facultad de Comunicación, así como mi función de auxiliar en la secretaría de mi hermandad de la Esperanza de Triana me impide dedicarle a la web las mismas horas que antes le ofrecía, aunque sé que aquí sigo teniendo mi casa, y siempre, mientras Dios me lo permita, trataré, al menos, de seguir escribiendo algún que otro artículo para deleite de todos aquellos que visitan este portal cofradiero.

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Fotos: Juan Alberto García Acevedo.