Arte Sacro
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Ya queda menos. La Salud del arrabal. Alberto De Faría Serrano


 No hay noche sin presagio ni día sin sutileza. Ni ánimo encumbrado para subsanar la ingente molicie que postergue el afán cotidiano de la noble tarea de honrar a Dios y extender su palabra. La Salud no admite demora. Tampoco vacilaciones ni medias tintas. Es más allá de un deseo para todos los hombres y mujeres de buena voluntad, una aspiración natural y humana a la que a menudos todos no podemos aspirar de modo permanente. Es templo de acogida y hospicio de entrañable seguridad asistencial. 

Eso es hoy el arrabal del medieval Campamento de Rey San Fernando; un oásis de protección porque allí comparece la palabra del Señor. Va a nuestro encuentro para enfatizar la transparencia de su mensaje. Para los de aquí y los de allá. Para los que nos aferramos a él. Para los que dudan de su significado. Y también para los que creen tenerlo asumido y no hacen mas que socavarlo. Si quiere  hablarnos es porque la dimensión de su palabra adquiere especial significado en los tiempos que corren. Cuando vaciamos de contenido espiritual  nuestras vidas y se hace más acusada la perdida de valores sólidos y principios humanos sostenibles.

Habrá  procesión con todos sus avíos. Pero no es un Vía Crucis al uso por mucho que se le parezca. Es solo el símbolo de la representatividad y la esencia de fraternidad que alumbra al barrio secularmente.  Pero será un cortejo distinto. Ad hoc para la ocasión. Cada par de cirios que se vaya encendiendo en la calle llevará adherido a su naturaleza la luz de la palabra, la calidez del evangelio y un símbolo de conjunción espiritual manifestada en la ofrenda posterior. Por eso será tan escaso y tan austero. A la vez más íntimo y recogido. Su alcance más profundo Cada pareja luminosa será como el mismo texto sagrado abierto. Él irá en sus andas para dar rúbrica exacta y testimonio fehaciente con su haz portentoso de su entrega  y su sacrificio. Las calles que acunaron el fervor del Santo Rey por devolverle su grandeza a la ciudad sitiada; Almonacid, Campamento, Tentudía Marqués de Estella  están ya engalanadas para recibirles. Salgamos a oírle y a escucharle como si del mismo Miércoles Santo se tratase. Ya queda menos.

Foto: Juan Alberto García Acevedo










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