Santa Lucía: grande entre las grandes
Francisco Santiago. Los cofradieros de la “new age”, esos que arreglan el mundo a golpe de “foro”, desconocen la virtud y la bondad de este pequeño catálogo de grandes valores que representa la venerada imagen de Santa Lucía.
Todos los años es el mismo ritual, colas de fervor, devoción, súplicas y deseos que se mezclan con el incienso y el neo-exoterismo del Altar de San Román, su pequeño hostal en el que mora mientras le arreglan su mansión en Santa Catalina.
Este año lucía por mantilla un tocado muy especial, un mantón de manila que parecía estar hecho de oro y para Ella.
En diciembre, además de Esperanza, tenemos otra “fe ciega”, más allá del olor a multitudes, saetas y “bullas”.
Es esa otra procesión que se forma de manera espontánea cada 13 de diciembre para besar la reliquia y la mano de la SANTA con mayúsculas, Santa Lucía (Virgen y Martir)
Fotos: Francisco Santiago