Arte Sacro
  • Noticias de Sevilla en Tiempo de Pascua
  • domingo, 19 de mayo de 2024
  • faltan 329 días para el Domingo de Ramos

Corpus Christi en el Cerro: Cuando la tradición se encarna extramuros


Arte Sacro. Quien asiste a la Solemne Función y Procesión de Corpus Christi de la Hermandad Sacramental de Nuestra Señora de los Dolores, además de la necesaria vivencia espiritual en torno a Jesús Sacramentado, se lleva la sensación de no haber traspasado las imaginarias puertas de la Ciudad ni abandonado el casco histórico de la misma.

Si la Cofradía del Cerro es conocida como “la más clásica de los barrios”, por la solemnidad de sus cultos, la calidad artística de sus Sagradas Imágenes y el elegante estilo y exorno de sus pasos procesionales, especialmente el palio (con bordados de inspiración decimonónica, sin velas rizadas ni candelabros de cola), que nos hacen revivir aquellas Cofradías de los barrios céntricos del siglo XIX, la procesión de Corpus Christi de la corporación responde a idénticos cánones de clasicismo.

 

 

El cortejo lo encabeza el muñidor y los niños carráncanos en número de doce, con sus hachetas y brillantes cascos plateados, seguidos del Guión Sacramental. A mediación del primer tramo de hermanos con cirios de color rojo, un serio pertiguero con un magnífico ropón de terciopelo porta el Libro de Reglas original de la Hermandad Sacramental. Cierra el tramo el artístico estandarte eucarístico con bordados de las Hermanas Adoratrices, proveniente también del patrimonio de la Sacramental.

Tras los estandartes corporativos de la Hermandad del Rocío y el de la propia Cofradía de los Dolores, transcurre el tramo de hermanos y oficiales de Junta de chaqué, tras los que se sitúa una Coral que en honor de Jesús Sacramentado va interpretando diversas piezas polifónicas y motetes eucarísticos contribuyendo decididamente a la solemnidad y recogimiento de la procesión.

Destaca, como en el resto de cultos de la Hermandad, el numeroso cuerpo de acólitos que participa en la celebración, así como los elegantes servidores de librea con faroles de asta que flanquean al Santísimo Sacramento, entronizando en un ostensorio de plata de ley (de Marmolejo) y una custodia de madera tallada y estofada en oro del siglo XVIII, propiedad de la Hermandad, sobre un precioso paso, con exorno floral según el canon, y faldones de damasco blanco bordados en oro a realce también de corte muy clásico.

Sigue a la custodia el cortejo de monaguillos que preceden al Preste (Alberto, el párroco), a cuyos lados se sitúan dos acólitos con sus dalmáticas bordadas, y tras ellos la Banda de música de Nuestra Señora de las Nieves de Olivares.

Este cortejo no es más que el reflejo del arraigo que en esta Cofradía tienen las tradiciones seculares más señaladas en la historia de nuestras Hermandades Sacramentales durante siglos, que curiosamente perdidas en muchas corporaciones históricas se mantienen con vigor en una Hermandad como ésta todavía joven: las calles alfombradas de romero, los carráncanos y el muñidor, el color rojo de la cera en todo el cortejo incluidos los cirios del paso y la ropa de los monaguillos, altares en el recorrido….

El sello de clasicismo y sabor a Hermandad antigua y de barrio antiguo que gratamente sorprende en esta Hermandad Sacramental y Cofradía de nazarenos de Nuestra Señora de los Dolores, de El Cerro del Águila, no sólo se mantiene, sino que en los últimos años se cultiva y acrecienta cada vez con mayor solemnidad.

Regresamos desde El Cerro al casco antiguo a seguir participando en otros cultos, con la sensanción que no habíamos abandonado el centro de Sevilla en ningún momento… a pesar de la distancia.

Fotos: Juan Alberto García Acevedo.










Utilizamos cookies para realizar medición de la navegación de los usuarios. Si continuas navegando, consideramos que aceptas su uso.