Los tres pecados capitales de un ‘topo’. Carlos Navarro Antolín. Diario de Sevilla.

Emasesa augura que el expediente al técnico que filtró el caso del primo del alcalde acabará en un despido procedente por incurrir en deslealtad y en violación y revelación de datos reservados

El topo no se protegió debidamente. Dejó huellas que resultaron fatales. El rastreo informático terminó por delatarle como el filtrador del caso de la contratación por Emasesa del primo del alcalde para la elaboración de la web del Plan Estratégico Sevilla 2020. Para más inri, es militante del PP y su nombre aparece en una lista electoral. Se le acusa exactamente de tres faltas muy graves tipificadas en el convenio colectivo de esta empresa municipal, tres auténticos pecados capitales derivados de la utilización indebida de  las aplicaciones informáticas de la empresa: deslealtad (art. 5.3), violación de documentos reservados de la empresa (art. 5.7) y revelación a elementos ajenos a la empresa de datos de reserva obligada (art. 5.8). En el partido de la gaviota únicamente admiten que este trabajador envío un único correo electrónico a su portavoz municipal, Juan Ignacio Zoido. En la misiva, fechada el 13 de julio del pasado año, el topo se lamenta de la falta de representantes del PP y de los trabajadores en el consejo de administración de las empresas municipales, califica  este hecho de “desatino” y se despide con un mensaje sobre el futuro: “Muchas gracias. Cuenta conmigo para lo que precises, ya sabes que estoy en briega constante”. No niegan que se hayan producido otros envíos, pero no a Zoido, y en cualquier caso aseguran que no se ha hecho uso de la información plasmada en ellos.

En el grupo popular insisten en una pregunta: “¿Verdaderamente es información sensible lo que se dice en ese correo electrónico? Por lo demás, el curriculum del primo del alcalde y una factura de más de 400 euros en marisco no puede ser información sensible”  Y defienden una tesis: “No se le podría culpar de facilitar información a terceros, porque el PP en Emasesa no es un tercero. Que no tengamos representante directo, porque nos han echado, no quiere decir  que no estemos representados. Lo estamos a través del representante del Pleno municipal, que es Troncoso”.

El proceso contra el topo ha durado cinco semanas. Un instructor y un secretario le han tomado declaración en presencia de uno o dos representantes sindicales, según los casos. Actualmente está suspendido de empleo y sueldo  de forma cautelar con una finalidad muy precisa, según fuentes de la compañía municipal:  “Tenemos que evitar la destrucción de pruebas. No hay otro motivo ahora mismo”. Esta decisión se ampara en el artículo 10 del convenio. El expediente se encuentra técnicamente en fase de resolución. La cúpula de la empresa no niega que concluya con un despido procedente por la acumulación de faltas de especial gravedad: “El proceso se está llevando a cabo con todas las garantías que estipula el convenio colectivo, que son más de las recogidas en el Estatuto de los Trabajadores”.

Emasesa llama la atención sobre el rango profesional del trabajador, de acuerdo con su condición de diplomado en Empresariales: supervisor de la dirección de operaciones. Desde este puesto podía estar al tanto de la gestión de un alto porcentaje de obras, de las adjudicaciones de contratos y de la previsión del plan de obras de todo el año, una información golosa para los contratistas. “Podríamos incluso haber depurado otro tipo de responsabilidades, como el manejo y envío de datos susceptibles de estar protegidos legalmente”.

El líder municipal del PP se refirió ayer al polémico expediente abierto al topo: “Lo que habría que hacer es darle un premio”. E instó al equipo de gobierno municipal a tener “la misma celeridad” en contestar a las preguntas realizadas por el PP en el consejo de administración de la Agrupación de Interés Económico con respecto a la sanción impuesta al alcalde por la junta electoral de zona por el reparto de revistas en periodo electoral.

Hasta los beneficiados por la repercusión del caso del primo reconocen en privado que, muy probablemente, el mayor pecado que haya cometido el topo es el de la ingenuidad.