Cultura concluye la restauración del palio de la Hermandad de la Vera-Cruz de Aracena que perteneció a las hermandades sevillanas de la Macarena y los Gitanos

Arte Sacro. La consejera de Cultura, Rosa Torres, ha presentado la intervención realizada en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) sobre este palio de estilo romántico y fechado a finales del siglo XIX que pertenece a la Virgen del Mayor Dolor de la Hermandad de la Vera-Cruz de Aracena desde 1916, aunque anteriormente procesionó con la Virgen de la Esperanza Macarena y con la de las Angustias de las Hermandad de los Gitanos de Sevilla.

La restauración de esta pieza ha sido realizada en el taller de tratamiento de metales y orfebrería del Centro de Intervención del IAPH. Rosa Torres ha explicado que los palios de respeto con que se cubre a las imágenes de la Virgen son una de las partes más valiosas del ajuar de las hermandades de carácter penitencial en Andalucía, "que atesoran un patrimonio histórico imprescindible para configurar nuestra identidad cultural".

La obra está compuesta por crestería, caídas y elementos ornamentales del techo de palio, ejecutada como conjunto de plata rulz en la fundición barcelonesa de Francesc de Paula Isaura hacia 1881. El palio fue donado ese mismo año a la Hermandad de la Macarena, con cuya virgen procesionó al menos durante diez años, y posteriormente cobijó a la Virgen de la Angustias de los Gitanos hasta primeros del siglo XX, probablemente hasta 1905.

El abandono de su uso en las salidas procesionales y cultos internos de la Hermandad de la Vera-Cruz de Aracena, junto con el fraccionamiento de la pieza, ha hecho necesaria su intervención en el IAPH para garantizar así la futura preservación del bien, que se encontraba en una fase acelerada en su deterioro.

Además de los correspondientes estudios previos, de tipo histórico y científico-analítico, se ha realizado sobre la pieza una intervención basada en criterios conservativos y reversibles.

Los pasos seguidos en esta actuación han sido los siguientes: exclusión del uso originario procesional para la conservación futura de la pieza; recuperación de la disposición original de las distintas piezas que conforman el conjunto, muy alteradas por los avatares históricos, y reintegración de elementos con piezas de nueva factura, lo que posibilitará una correcta lectura integral del bien patrimonial.

Por último, tras eliminar la suciedad y los elementos de corrosión que afectaban al palio, se ha aplicado una capa de protección final y se ha montado en un nuevo bastidor de madera que posibilite la conservación museística del conjunto.

Foto: Junta de Andalucía