2002, el año de las tres coronaciones en Sevilla (y en menos de dos meses)

Francisco Santiago. El año 2002 fue un año prolífico en lo que se ha denominado y popularizado como Coronaciones Canónicas, de hecho se dieron tres en la provincia de Sevilla y en menos de dos meses, concretamente entre el 7 de septiembre y el 1 de noviembre.

Ese año, nuestro Cardenal fray Carlos Amigo, hizo todo un maratón de Coronaciones, con sus respectivos actos paralelos y las correspondientes salidas extraordinarias.

Las celebraciones comenzaron en Estepa, donde la Virgen de la Esperanza era Coronada el 7 de septiembre entre el fervor de todo el pueblo y numerosos cofrades de la capital, incluidas numerosas hermandades que no quisieron perderse este acontecimiento y ver a la Dolorosa como era coronada con la presea del taller de los Hermanos Marmolejo.

En el barrio del Cerro del Águila se vivió el 15 de septiembre una jornada histórica, porque la Virgen de los Dolores, fue coronada en su templo y en el día de su onomástica, también por el cardenal y con la presea que realizaron los orfebres Hermanos Delgado. Fue la culminación de un recorrido popular hasta conseguir este reconocimiento de la Iglesia, porque el barrio ya la había coronado desde que la gubiara Sebastián Santos Rojas en 1955.

Cuando aún estaban muy recientes los actos y cultos del Cerro, ya estaba la Virgen del Valle en su paso de palio, lista para el traslado a la Catedral, donde después de 10 años, la primera propuesta se hizo en 1992, la Dolorosa de ojos verdes sería coronada en la festividad de Todos los Santos, el 1 de noviembre. La presea, en esta ocasión, no fue realizada por un orfebre, sino por uno de los más afamados joyeros cordobeses, caso del diseñador y modelista Manuel Valera Pérez, siguiendo la línea de la que realizara M. Franco en 1921.

Podríamos hacer mil noticias relativas a las tres coronaciones, pero sirvan estas pinceladas históricas para recordar el año en que Sevilla y su provincia, fue capital de las Coronaciones Canónicas y centro de devoción mariano sin lugar a dudas.

Fotos: Francisco Santiago