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Provincia. La capilla de la hermandad de la Soledad de Marchena recuperará su esplendor


 Hdad. de la Soledad. Desde hace unos meses, un grupo de hermanos, encabezado por la Junta de Gobierno de la Hermandad del Santo Entierro de Cristo, Nuestra Señora de la Soledad y Triunfo de la Santa Cruz de Marchena, trabaja en la restauración de la capilla de la Hermandad en la Iglesia de Santa María de la Mota.

Los trabajos consistirán en el saneamiento de muros, limpieza y recolocación de los  paños de azulejos originales (datados en torno al siglo XVIII), limpieza y consolidación de los altares y pintura mural de la cúpula y pechinas, trabajo este ultimo que ya ha finalizado.

Lo que destaca fundamentalmente de esta intervención es que en su mayor parte está siendo realizada de manera voluntaria por los propios miembros de la Junta de Gobierno y colaboradores, lo que no desmerece que sea un trabajo profesional, pues entre ellos se encuentran un licenciado en Bellas Artes, trabajadores de una conocida empresa de restauración de edificios, profesionales de la construcción, etc.

 Pinturas del siglo XXI para una cúpula del barroco

Uno de los trabajos que ya ha finalizado ha sido el de la decoración pictórica de la cúpula de la capilla. Este trabajo ha sido realizado en las últimas semanas por un grupo de hermanos encabezados por Juan Antonio Pérez Vázquez, vocal social de la hermandad y licenciado en Bellas Artes. Este joven pintor y escultor marchenero destaca que la cúpula probablemente tuvo originalmente pinturas murales ya perdidas, que no han podido ser recuperadas, debido al mal estado de los muros, la humedad y las capas y capas de pintura posteriores.

"En las catas realizadas en las pechinas se han hallado hasta tres estratos distintos de capas de color bajo varias capas de cal y pintura blanca, pero nada reconocible. Queda tan poco y en tan mal estado que es imposible determinar qué había debajo". Este profesor de arte destaca que las pinturas probablemente hayan sido destruidas a lo largo de los siglos.  "No hemos intentado reconstruir lo que habia porque eso no se sabe, solo hemos hecho una recreación intentando que esté integrado en el entorno.Es una pintura hecha en el siglo XXI pero para una cúpula del barroco”.

En este sentido, se ha tenido muy en cuenta que se trata de una capilla construida a finales del siglo XVI en el interior de un templo del XIV, el más antiguo de la villa de Marchena, y que en su día fuera capilla privada de los Duques de Arcos, y que acoge a la imagen de la Virgen de la Soledad, dolorosa del siglo XVI y de enorme devoción entre los marcheneros. También han sido una pieza clave las pinturas originales que se encuentran en los muros y bóveda del presbiterio, obra del  insigne pintor Juan de Espinal, autor entre otras de las pinturas del presbiterio del Salvador (Sevilla).

  

Dadas las limitaciones de presupuesto de la hermandad, no se ha podido realizar un estudio más pormenorizado de los restos encontrados, por lo que se ha intentado usar técnicas que permitan conservar los restos que hay debajo de las capas de pintura blanca.

“Hay zonas donde la adherencia de los estratos de pintura al soporte original del muro es muy malo, y se desprendían con enorme facilidad. Hemos intentado mantenerlos en todo lo posible. Solo en muy pocas zonas ha sido necesaria la eliminación mecánica de algunos restos. Pero en el 95% de la superficie simplemente se ha pintado sobre las últimas capas de cal, eliminando tan solo la capa de pintura plástica del año 1995, cuando se pintó por ultima vez la cúpula de blanco”.

Para ello se han usado pinturas acrílicas especiales para murales, que aseguran una buena adherencia al soporte y mayor estabilidad. Esto permitirá que si en un futuro quisieran realizarse nuevas catas, las pinturas originales seguirán donde están.

Otras de las actuaciones claves va a ser el saneamiento de los muros, lo que implica la retirada de los paños de azulejos con motivos propios de la hermandad, y que destacan por su diseño austero y primitivo y que son de un gran valor histórico-artístico. Estos azulejos están siendo limpiados y volverán a ser colocados en su ubicación original. 

  

Preocupación por el estado de la techumbre

Al margen de las actuaciones realizadas sobre la capilla de la Hermandad, otra de las grandes preocupaciones de estos cofrades es el estado de conservación de la techumbre y artesonado del templo. Recordemos que la iglesia de Santa María de la Mota ya no funciona como parroquia, y que aunque la Hermandad de la Soledad en principio solo es responsable del mantenimiento de su capilla, ha sido precisamente la labor de sus hermanos la que está permitiendo la supervivencia del templo “El arreglo de la techumbre es algo que la hermandad no puede acometer, porque es una obra de una enorme envergadura y nuestras posibilidades son muy limitadas” señala Pérez Vázquez. Es necesario que se involucren las distintas administraciones, pues al margen de cuestiones de seguridad, se puede perder un artesonado mudéjar de gran valor artístico.

La iglesia de Santa María, y en especial su torre, se han convertido en emblema de Marchena, y acogen habitualmente a gran cantidad de turistas que visitan el municipio. La hermandad teme que pueda llegarse a una situación similar a la vivida en 1993, cuando se derrumbó la techumbre de una de las naves del templo, afortunadamente sin ocasionar daños personales. “Actualmente no hay un riesgo evidente de desprendimiento, pero la situación puede ser muy preocupante en tan solo unos años”.

Fotos: Hermandad de la Soledad










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