Provincia. Viernes Santo en Cantillana con su Virgen de la Soledad

Francisco Guerrero Gallardo. De nuevo Cantillana se vistió de gala el Viernes Santo para acompañar a su Madre, la Santísima Virgen de la Soledad como lo hace desde hace siglos haciendo del viernes santo uno de los días grandes del calendario.

Por la mañana todo el pueblo subió Calzada arriba para postrarse a los pies de su Patrona dispuesta ya en su completo paso de palio para su salida procesional; el Santuario permaneció en todo momento abarrotado de fieles, La Bellísima imagen de Nuestra Señora de la Soledad (del siglo XVI) Lucia sus mejores galas, la saya de Acantos sustituía este año de manera excepcional la saya de salida que bordará a comienzos del siglo XX Patrocinio López. Estrenaba un tocado antiguo de tul bordado en oro y lucia un fajín compuesto de joyas de plata, brillantes y aguamarinas de la joyería el Toisón, ejecutadas por el artista local Lucio Rodríguez García y que llamó poderosamente la atención.

El magnifico manto de Rodríguez Ojeda cubría como cada viernes santo la venerada imagen de la Virgen de la Soledad. El exorno floral estaba compuesto de rosas y azahar sobre la peana de la virgen. Antes de las siete de la tarde, los cantillaneros ya se daban cita en el porche de la Soledad para contemplar la salida de la Cofradía que empezó a salir a las siete de la tarde; el paso del Santísimo Cristo Yacente iva acompañado por la Banda de Cornetas y Tambores Señor de la Humildad de Marchena, mientras que la banda de Música de Nuestra Señora de la Soledad de Cantillana acompañaba con sus sones el paso de palio que estuvo en todo momento arropado del fervor y la devoción que Cantillana siente hacia su patrona.

Una vez interpretado el Himno nacional a la salida en las puertas de la ermita la banda interpretó como es tradicional el Himno de María Soledad, compuesto por Gabriel Ríos, y que todo el pueblo cantó.

La Virgen acompañada de la corporación municipal y demás autoridades descendió por la calzada en busca del casco antiguo, numerosas saetas se escucharon al paso de la virgen mientras que la banda de música deleito a los cantillaneros con un excelente repertorio, mucho mejor que otros años: Virgen del Valle, Amarguras, Macarena de Cebrián, Pasa la virgen Macarena, Nuestro Padre Jesús, Quinta Angustia, Dulce Nombre y otras marchas de corte clásico y serio como corresponde al carácter luctuoso del Viernes Santo y la advocación de la Virgen.

A las diez y veinte minutos hacia su entrada en la Parroquia donde este año con motivo de las obras en la Iglesia de San Bartolomé se reunieron todos los pasos de la Semana Santa de Cantillana. A las once la hermandad reanudo su Estación de Penitencia de vuelta a su santuario viviéndose momentos de gran emoción al paso de las calles del casco antiguo y del estrecho callejón de Josefa la del Caco.

A las dos de la madrugada entraba el Paso del Calvario y media hora mas tarde el paso de la Virgen se situaba delante de las puertas del santuario para dar comienzo la tradicional “puja” de las maniguetas y posteriormente efectuar la entrada en su ermita con los sones del Himno Nacional, posteriormente la virgen recorrió el interior del templo arropada de sus hijos a los sones de la marcha “Madrugá” con la candelería del paso iluminando el bellísimo rostro de la virgen mientras que el interior de la ermita permanecía totalmente a oscuras.

Con el canto del Himno y de la Salve, Cantillana cerro un año mas su semana santa junto a su Madre y Patrona, María Santísima de la Soledad.