La Pasión según Andalucía: Huelva (II)
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Eduardo Fdez. López. Hoy nos tocan otras dos hermandades de la capital onubense.
Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos del Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo, Nuestra Señora del Calvario, San Juan Evangelista y María Santísima de la Resignación en sus Dolores.
El primer contacto oficial para la creación de la hermandad tuvo lugar en la parroquia mayor de San Pedro el 30 de abril de 1951, propiciado por un grupo de funcionarios del Ayuntamiento de Huelva. Los estatutos quedaron aprobados el 18 de diciembre de 1951. Esta iniciativa la propiciaron los hermanos Pedro y León Azcárate Montiel y Manuel Rodríguez Capilla, entre otros.
La primera salida procesional tiene lugar el Viernes Santo de 1952, procesionando la Virgen de la Resignación en el paso de misterio.
El grupo del Descendimiento muestra cómo el cuerpo exánime de Cristo es desclavado de la cruz por José de Arimatea y Nicodemo. Mientras, María Magdalena se encuentra arrodillada la Virgen del Calvario, acompañada por San Juan, espera que llegue a sus brazos el cuerpo del Hijo.
El grupo escultórico es obra de León Ortega. El Cristo y los santos varones fueron bendecidos en 1952, mientras la Virgen, San Juan y la Magdalena, en 1953.
María Santísima de la Resignación en sus Dolores es obra de León Ortega, de 1952.
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Ilustre y Agustiniana Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Madre de la Consolación y Correa en sus Dolores.
El antiguo Colegio de los Padres Agustinos acoge con agrado la idea de fundar una hermandad, que tendrá lugar en 1921. La cofradía salía desde la capilla del colegio en la calle Puerto, recogiendo a sus Imágenes Titulares en la iglesia conventual de las Madres Agustinas.
Al marcharse los padres agustinos de Huelva la hermandad se traslada a San Pedro con la imagen del Cristo, mientras que la Virgen permanece en las Agustinas Ambas imágenes son destruidas en la Guerra Civil de 1936, salen dos años después desde la parroquia mayor de San Pedro, desde donde se traslada a la parroquia de la Concepción y en 1995 se traslada a la iglesia conventual de las Madres Agustinas.
El Cristo de la Buena Muerte aparece clavado y muerto en la cruz; su advocación habla de la Buena Muerte de Jesús por su mensaje de salvación. Es obra de Joaquín Gómez del Castillo, de 1941.
Nuestra Madre de la Consolación presenta el momento en el que la Virgen se queda sola, mirando la cruz vacía donde ha sido crucificado Jesús. La imagen de la Virgen es de Joaquín Gómez del Castillo, de 1940.
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Continuará...
Fotos: Manuel Pinto Montero
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