Provincia. Martes Santo en Pilas (II)

Tras los pasos de su Divino Hijo, la Madre, nuestra Virgen Niña de los Dolores, blanca azucena del Martes Santo  pileño bajo palio recto de cajón burdeos, sin bordados, humilde, como a sus devotos les gusta verla, porque Nuestra Señora de los Dolores siempre gozó de humildad y nunca ha de perderla.

Si observamos novedades en el paso de Cristo, el paso de palio también presentó novedades desconocidas hasta la fecha y que pudimos observar durante toda la jornada; hablamos pues de un relicario en orfebrería que figuró en la calle central del paso y que contenía una reliquia de Tierra Santa, sustituyéndose así la imagen de Nuestra Señora del Rocío que durante diez años presidió la delantera del palio y que fuese donada por la familia de un hermano fallecido en trágicas circunstancias.

María Santísima de los Dolores lució bellísima, acorde a su estilo, no llevando en esta ocasión y por vez primera desde que sale bajo palio, la toca de sobremanto, por lo que dicha idea aportó austeridad a nuestra bella imagen de manos entrelazadas, única en nuestro entorno, que como curiosidad no lució fajín ni cordón prendido de su cintura, ni puñal siendo sustituído por su corazón atravesado de siete puñales que luce en su camarín. Llamó la atención el sencillo tocado  impuesto por su nuevo vestidor, apreciándose una muestra del pelo natural de la Santísima Virgen.

 Sus tradicionales y acertados claveles blancos compusieron el exorno floral de este paso de palio de corte clásico, que fue portado por sus trenta costaleros comandados por un nuevo capataz acompañando al que ya venía ejerciendo esta labor en los dos años anteriores.

 

 La banda de música de la localidad sevillana de Coria del Río acompañó una vez más y ya son doce, a la Santísima Virgen de los Dolores, consolidándose así como una de las bandas señeras de nuestra Semana Santa y a cuyo director ya tuvimos ocasión de entrevistarlo en la Cuaresma del pasado año, atendiendo gustosamente a nuestra petición.

 

 La procesión discurrió con total normalidad, tras la desaparición de las nubes que ya mencionamos en el reportaje anterior, por lo que se pudo disfrutar de una jornada espléndida, donde un año más los reyes del Martes Santo, Nuestro Padre Jesús Cautivo y su amantísima Madre, María de los Dolores, reinaron por las calles de nuestro pueblo proclamando el Amor Hermoso de Dios hacia los hombres en la tierra.

Texto: Víctor M. Mudarra Fuentes.

Fotografías: Rosario Moreno Quintero.