Provincia. La imagen de San Benito Abad es llevada casa por casa por su pueblo de Castilblanco. Fotografías de la procesión de ayer

Juan C. Romero. La imagen de San Benito Abad es llevada casa por casa desde el lunes al término del Triduo en la iglesia del Divino Salvador.

Villanueva del Río, La Algaba, Brenes, Tocina-Los Rosales, Cantillana y Burguillos rindieron homenaje ya al Santo con la organización de los cultos en su honor.

La Hermandad de Escardiel será la encargada del recorrido esta tarde hasta el Cementerio. Mañana llegará a la Residencia Geriátrica Vicente Ferrer por primera vez en su historia.

No ha habido descanso desde la noche del viernes, cuando la imagen de San Benito, patrón de Castilblanco, fue descubierta en el Pilar Nuevo. Ni síntomas de agotamiento después de ocho días de procesiones. Atrás quedaban diecinueve años de espera, doce kilómetros de camino portándole desde el santuario enclavado en las primeras estribaciones de la Sierra Morena, y muchas generaciones que por su juventud no habían tenido oportunidad de verle en su pueblo.

Salvo el domingo, que permaneció expuesto a la veneración de los sambeniteros en devoto besamano,  San Benito sale diariamente al encuentro de sus devotos cada tarde en procesiones que le llevan casa a casa entre vítores y palmas, entre las lágrimas de emoción y los cantes aflamencados de los vecinos.  Es una gran romería urbana, víspera extraordinaria a la que en el mes de agosto acoge a miles de romeros de la provincia. Sobre un sencillo hábito benedictino, luce la Medalla de Oro que el Pleno del Ayuntamiento de Castilblanco le concedió por unanimidad el pasado 13 de noviembre, y le fue impuesta en una ceremonia multitudinaria celebrada el pasado sábado doce de junio en la explanada de la Casa de la Sierra. 

Delante del Santo, y sobre el mismo templete de plata, un ángel porta la vara de mando como alcalde perpetuo. El título y los honores suponen el carácter extraordinario de esta ocasión, son la excusa, necesaria para el traslado o Venida -como popularmente se conoce- de San Benito al pueblo, dado que las normas de la Hermandad Matriz no recogen este supuesto con una regularidad establecida.

El mismo ángel, porta las medallas de las hermandades de la Vera Cruz, de Padre Jesús y de la Soledad de Castilblanco. A partir de esta tarde llevará también la medalla de la Hermandad de la Virgen de Escardiel, la única advocación mariana que ostenda, desde 1997, la Medalla de Oro de Castilblanco. Son las hermandades locales, las que estos días lo  llevan al corazón de sus fieles.

Es portado a hombros y no lleva acompañamiento musical, pero no hay lugar para el silencio. Son procesiones de júbilo. Los cantes improvisados de los castilblanqueños y de los sambeniteros de la provincia de Sevilla son una constante al paso del Santo por cada calle. Se entremezclan con los coros que estos días echan el resto. Así lo pusieron de manifiesto el miércoles el de la Hermandad Filial de Cantillana, y el jueves el del Rosario de Burguillos, que acompañaron con sus voces el discurrir de la comitiva.

Lo paran, lo mecen, le da solemnidad a cada instante, y  es colocado de frente allá donde hay un enfermo o una persona mayor esperando con las puertas de su hogar abiertas de par en par. También lo hace en aquellas fachadas donde se han erigido altares efímeros para recibirlo. En estos altares aparecen advocaciones populares de la provincia que tienen acomodo en los sentimientos de los castilblanqueños; así se han podido ver cuadros con la Virgen del Águila, patrona de Alcalá de Guadaíra, o con la Virgen de Aguas Santas, patrona de Villaverde del Río. 

San Benito marcha a paso ligero. El hermano mayor, Enrique Palma, lo explica en el deseo de la Matriz de que visite cada hogar de Castilblanco. "Tiene que ser así para  llevarlo a todos los sambeniteros que han esperado tantos años este momento, queremos que al término de la Venida nadie se quede sin verlo pasar por su puerta". 

Esta tarde, la venerada imagen será trasladada al cementario, y el sábado llegará por primera vez en su historia a uno de los lugares donde es más esperado: la Residencia Geriátrica Vicente Ferrer.

Fotos: Juan Carlos Romero Márquez