La Pastora de Capuchinos recibió ayer la medalla de la Ciudad de Sevilla. ABC SEVILLA.
Mario Niebla. ABC SEVILLA. Los pastoreños de todo el orbe cristiano están de enhorabuena, porque su Madre, la Pastora de Capuchinos, recibió ayer de manos del alcalde la medalla de la Ciudad de Sevilla.
Un nutrido número de concejales, representaciones de todos los conventos de Capuchinos, el delegado episcopal para hermandades y cofradías, el presidente del Consejo y cientos de fieles, presenciaron un gesto que Sevilla le debía a su Pastora desde que el 22 de mayo de 1921 recibiese la coronación piadosa de manos del Obispo Ostracine, auxiliar de Córdoba en Argentina.
El acto tuvo lugar a las siete de la tarde de ayer en el Convento de Capuchinos. El Hermano Mayor inició emocionado el acto de imposición de la medalla, y destacó lo merecida y esperada que era la medalla para la imagen de la Pastora, en el mismo lugar donde se le apareció hace tres siglos a Fray Isidoro de Sevilla.
A continuación, Sánchez Monteseirín, descubrió un cuadro conmemorativo de la imposición de la medalla y pronunció unas emotivas palabras que retrataban sus recuerdos de niño en aquel entorno. El alcalde expresó el orgullo que significaba para la corporación municipal distinguir a la Pastora después de que el Cardenal de Sevilla la coronara canónicamente en 2004.
El acto concluyó con las palabras del Superior y Guardián de la Orden de Capuchinos, Fray Ricardo de Córdoba, quien agradeció al alcalde su consideración con el significado de esta devoción para los sevillanos y que no se dejara llevar por tendencias laicas, ya que, según afirmó «el pasado suma y no resta». El canto del «seguir siempre tus pasos», salve de los pastoreños y la Marcha Real pusieron broche a un día histórico para la ciudad.
Tras este acto los mismos representantes políticos, eclesíasticos y del Consejo acudieron a la Parroquia de San Julián donde se celebró la Solemne Función Votiva del ayuntamiento a la Hiniesta Gloriosa Coronada, como patrona del ayuntamiento sevillano.
Un nutrido número de concejales, representaciones de todos los conventos de Capuchinos, el delegado episcopal para hermandades y cofradías, el presidente del Consejo y cientos de fieles, presenciaron un gesto que Sevilla le debía a su Pastora desde que el 22 de mayo de 1921 recibiese la coronación piadosa de manos del Obispo Ostracine, auxiliar de Córdoba en Argentina.
El acto tuvo lugar a las siete de la tarde de ayer en el Convento de Capuchinos. El Hermano Mayor inició emocionado el acto de imposición de la medalla, y destacó lo merecida y esperada que era la medalla para la imagen de la Pastora, en el mismo lugar donde se le apareció hace tres siglos a Fray Isidoro de Sevilla.
A continuación, Sánchez Monteseirín, descubrió un cuadro conmemorativo de la imposición de la medalla y pronunció unas emotivas palabras que retrataban sus recuerdos de niño en aquel entorno. El alcalde expresó el orgullo que significaba para la corporación municipal distinguir a la Pastora después de que el Cardenal de Sevilla la coronara canónicamente en 2004.
El acto concluyó con las palabras del Superior y Guardián de la Orden de Capuchinos, Fray Ricardo de Córdoba, quien agradeció al alcalde su consideración con el significado de esta devoción para los sevillanos y que no se dejara llevar por tendencias laicas, ya que, según afirmó «el pasado suma y no resta». El canto del «seguir siempre tus pasos», salve de los pastoreños y la Marcha Real pusieron broche a un día histórico para la ciudad.
Tras este acto los mismos representantes políticos, eclesíasticos y del Consejo acudieron a la Parroquia de San Julián donde se celebró la Solemne Función Votiva del ayuntamiento a la Hiniesta Gloriosa Coronada, como patrona del ayuntamiento sevillano.
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