Un Besamanos de la Virgen de la Esperanza en su camarín en 1969. Rafael Jiménez Sanpedro.

Como establece cualquier manual de archivística, recoger, clasificar e inventariar la documentación no serviría para nada si todos estos trabajos no desembocaran en la tarea propia del archivero: la puesta de la documentación a disposición de los investigadores [1] . Como señalan Rodríguez Mateos y López Gutiérrez "la difusión de los archivos y sus documentos permite liberar una inmensa cantidad de información perdida en ellos -y a veces celosamente guardada- convirtiéndose en una fuente para la Historia de gran magnitud. Esa historia de cofrades y Cofradías que está aún en buena medida por hacer, duerme todavía en ellos" [2] .

Las labores de ordenación del Archivo de nuestra Hermandad, que desde hace cerca de dos años acometemos de forma desinteresada un grupo de hermanos, nos está permitiendo adentrarnos en lo más profundo de nuestra historia. Si bien aún nos hallamos en un porcentaje bajo de trabajo finalizado (que aún así supone una importante cantidad de documentación ya perfectamente ordenada y clasificada), el contacto que de forma casi permanente, durante buena parte de nuestro tiempo libre, realizamos con tan ingente cantidad de documentación (que hasta el presente permanecía en un absoluto desorden) nos permite conocer hechos curiosos o significativos como el que nos proponemos difundir en esta ocasión.

Cuando, buceando entre libros encontramos las fotos que hoy mostramos, nuestra primera reacción de sorpresa fue inquirir a los hermanos más antiguos sobre el acto de culto que las mismas plasmaban. El tiempo transcurrido ha hecho que sólo algunos recordasen este hecho que, por otra parte, es conocido por algunos de los más versados cofrades de nuestra corporación que recuerdan como incluso alguna de las fotos que reproducimos han sido repartidas entre los asistentes a algunos cultos como recordatorios. Aún así es bueno rememorar el curioso Besamanos a la Virgen de la Esperanza que tuvo lugar el 1 de junio de 1969 [3] .

Tras celebrarse el día anterior, 31 de mayo, un Solemne Pontifical conmemorativo del V aniversario de la Coronación Canónica y el III de la Dedicación de la Basílica , oficiada por S.E.R. el Cardenal Bueno Monreal, el día 1, domingo, la Virgen se expuso de manera extraordinaria en Besamanos, haciéndolo por primera y única vez en la historia en su propio camarín. Precisamente el acto sirvió también para inaugurar la embocadura del camarín, realizada por el orfebre Fernando Marmolejo Camargo. La pieza arquitectónica, realizada en plata de ley, lleva en su parte interior, como es sabido, realizadas en el mismo metal, con aplicaciones de oro y marfil, a las patronas de las ocho provincias andaluzas: la Virgen de los Reyes (Sevilla), la de la Cinta (Huelva), la del Rosario (Cádiz), la de la Cabeza (Jaén), la de las Angustias (Granada), la de los Dolores (Córdoba), la de la Victoria (Málaga) y la del Mar (Almería).

La mayor singularidad, sin duda, del Besamanos, nos lo ofrece la colocación de la Virgen de la Esperanza , pues para tener como fondo la embocadura que se estrenaba, idearon los cofrades de la época que el culto se desarrollase con la imagen mirando hacia dentro del camarín, es decir, de espaldas hacia el interior de la Basílica , ofreciendo el curioso aspecto que nos muestran las fotografías. Los Priostes idearon un exorno igualmente curioso de flores, a base de guirnaldas colgantes desde el arco del camarín, junto a un par de jarras a ambos lados de la Señora. La imagen lucía las mismas ropas que durante sus cultos preparatorios de la Coronación en la Catedral , el manto celeste que precisamente acaba de ser restaurado este mismo año, y saya blanca, portando sobre sus sienes, a diferencia de entonces, su corona de oro.

La visión singular de la Virgen de la Esperanza vuelta hacia el interior de su camarín se completaba con una aún más extraordinaria imagen de la Señora desde la Basílica , ya que, lógicamente y como muestran las fotografías, sólo se contemplaba el manto desde el templo, que servía de preámbulo a la visita al camarín. El altar se encontraba exornado con cera rizada, además de la lisa, junto a jarras con claveles y gladiolos, una iluminación muy del gusto de la época y ya prácticamente desaparecida en nuestros Templos.

Durante el Besamanos, se recibió la visita de una representación de la Legión , presente en nuestra Ciudad con motivo del homenaje que a ese cuerpo se le había ofrecido, que visitó igualmente las dependencias de la Hermandad y firmaron, en la persona de un Teniente Coronel, en el Libro de Honor. Como reza el documento que hoy divulgamos, satisfaciendo así el interés de la inmensa mayoría de hermanos que o no lo recordaba o ignoraba procedemos con legítimo orgullo a dar a conocer en estas páginas, "el V Aniversario de la Coronación Canónica de la Santísima Virgen de la Esperanza quedará imborrable en los anales macarenos".

Articulo aparecido en el Boletín de la Hermandad de la Macarena Nº 121 de Octubre 2005. Publicado en Arte Sacro con permiso del autor