Íntimo fervor en el traslado de la Virgen de la Palma a la Catedral

Juan Manuel Labrador. La mañana había amanecido gris y fría, tal vez pareciera que fuese a producirse un fenómeno meteorológico que todos esperamos, pero nunca cuando coincida con fechas especiales y extraordinarias, pero especial ha sido, sin duda, la salida procesional de Nuestra Señora de la Palma en la mañana de hoy, domingo dos de octubre, para ir al mayor templo de nuestra Archidiócesis, donde será coronada dentro de
seis días.

La calle San Vicente, poco a poco, se iba llenando de un público que vería a la Virgen de la Palma bajo palio por primera vez fuera de Semana Santa, mientras las campanas del Convento de San Antonio de Padua convocaba a los cofrades para vivir tan intensa jornada mariana. A las diez y media de la mañana se abrían las puertas de la iglesia, y minutos más tarde, aparecía la Virgen, hermosísima sin corona, que fue mecida por sus costaleros a los sones de "Virgen de la Palma" de Marvizón.

El sol seguía ocultando sus rayos de luz cuando la comitiva llegaba a la Plaza de San Lorenzo, desde donde alcanzó Jesús del Gran Poder, donde la bulla era más bien escasa. Sin embargo, cuando el paso alcanzaba la calle Aponte, el gentío fue creciendo cada vez más, y así hasta que llegó a la calle Orfila, en cuya capilla de San Andrés se rezó el Ángelus a las doce del mediodía.

Los cielos empezaban a abrirse, comenzó a apretar un poco el calor, y al arribar a la Plaza del Salvador, el astro rey besaba las mejillas de la Señora. Seguidamente, la procesión llegaba a la Plaza de San Francisco para buscar Hernando Colón. En torno a la una y media de la tarde, la Virgen alcanzaba Alemanes, y poco a poco, iba aproximándose a la Puerta de los Palos, cruzando el dintel a la hora prevista: las dos y cuarto de la tarde.

En el interior de la Catedral, una vez roto el cortejo, los hermanos acompañaban a la Virgen ya más cerca de Ella, hasta dejarla en la capilla de San Francisco, donde fue dejado el paso a las dos y media de la tarde, y a la espera de que mañana, la Virgen de la Palma ya se encuentre ubicada en el altar del jubileo, donde será coronada el próximo sábado.