De Frente: No a la ampliación de la carrera oficial. Morales Bermudo
Aunque en alguna web existen ya encuestas que piden la opinión al respecto (la mayoría de las cuales recoge una opinión abiertamente desfavorable a la posibilidad), no he leído (o al menos no recuerdo haberlo hecho) ninguna opinión contraria a la posible ampliación de la carrera oficial. No está del todo claro que ahora mismo se vaya a plantear tal cuestión, pues el delegado de Fiestas Mayores da una de cal y otra de arena, el Consejo afirma que no se han iniciado conversaciones y todo sigue, como suele ser en este caso, en hipótesis más o menos alentadas por la prensa que, por otra parte, ve un "filón" en el tema para rellenar páginas.
De cualquier manera, lo que se ve como más posible es que se cambie la entrada de las cofradías por la puerta "del Príncipe" (su verdadero nombre es la Puerta de San Cristóbal) con lo que la carrera se ampliaría por la calle Fray Ceferino González. Un arquitecto ha llegado a comentar que se ganarían unas 4.300 sillas (si no se plantea el colocar palcos, por lo que la cifra sería menor), y ya hay debate sobre cuánto supondría en cuanto a tiempo de más para las cofradías afectadas, con opiniones divergentes, entre la del Hermano Mayor de la Candelaria, geógrafo de profesión y autor de un libro sobre itinerarios, que lo cifra en 20 minutos, y el de San Gonzalo que se atrevió a afirmar que sería una hora y media más de recorrido.
Cifras al margen, mi opinión, respetando todas las que hasta ahora se han emitido y se van a emitir es claramente contraria. La Semana Santa de Sevilla está creciendo en exceso. Aunque todas las cofradías insisten en que todos los años sacan más nazarenos, ello no es cierto. La cifra se ha estabilizado con tendencia a la baja, aunque bien es cierto que determinadas corporaciones sí que suben, y mucho, su número de nazarenos. Por resumirlo, hoy en día "triunfan" las cofradías con pasos grandes de misterio, con romanos con plumas y banda de primer nivel tocando detrás. Lo que ocurre, es que después del famoso informe de 1994 sobre la cifra de nazarenos (que dejó en mal lugar a más de una cofradía que sistemáticamente inflaba sus números), no se ha planteado volver a contabilizar los nazarenos, aunque me consta que algunos cofrades quieren realizarlo (a ver si no llueve más y no se le van al traste sus planes...). Entonces, el informe sirvió para replantear el tiempo de paso por la carrera oficial de las cofradías, en atención a su cifra real de nazarenos y no a la que afirmaban tener. Desde entonces, ninguna reconoce que haya perdido tal cantidad, y pretende mantener el tiempo de paso concedido, con el objeto principal de que sus pasos "se luzcan", en definitiva que anden despacio, con tranquilidad y parsimonia. Este "lucimiento" motiva que también, las cofradías se recojan cada vez más tarde, y aunque se utilice la excusa de la cifra de nazarenos, ya son demasiadas las hermandades que entran después de las 2 y de las 3 de la madrugada, horas en que la seguridad ciudadana desgraciadamente es cada vez menor, habiéndose producido ya algunos incidentes con los "personajes" que habitan en la calle a esas horas.
¿Qué tiene que ver la ampliación de la carrera oficial con todo esto? Mucho. Al prolongarse la actual hora y media que necesitan las cofradías para llegar de la Campana a la Catedral, en aproximadamente veinte minutos más, esos veinte minutos, lógicamente, se añadirán a la hora de entrada en su templo. Como ejemplos prácticos diremos que la Hiniesta entraría a las 2'20, la Amargura a las 2'45, el Amor a las 2'35, Santa Genoveva 2'50, el Museo a las 3'20, el Cerro a las 2'35, San Benito a las 3'30, la Candelaria a las 3'45, la Bofetá a las 3'50, la Sed a las 2'50, las Siete Palabras a las 3'05, los Panaderos a las 3'35, Montserrat a las 2'30 y la Mortaja a las 2'20.
A ello le añadimos que hay Cofradías no citadas que deberían modificar su recorrido de vuelta, para pasar por las calles Santo Tomás, Adolfo Rodríguez Jurado y Tomás de Ibarra para llegar al Postigo, en total 285 metros más. Aunque cada Cofradía tenga su ritmo, la media es de aproximadamente 30 minutos más. De esa manera los horarios se aumentarían todavía más, como la Estrella, que entraría a las 3'35, San Gonzalo a las 4'20, la Candelaria (de mantenerse el recorrido de 2005) a las 4'15, la Quinta Angustia a las 0'40, el Calvario a las 9, la Esperanza de Triana a las 14'20, el Cachorro a las 3'25 y la O a las 3.
Creo que los horarios son del todo exagerados de por sí, y, como sabemos, algunas de las cofradías citadas y otras muchas, entran más tarde de lo previsto, bien por haber existido retrasos en el día o bien por la propia relajación habitual "al llegar al barrio". Vamos a tener a este paso cofradías a las 5 de la mañana.
Pero hay otro argumento de peso que me hace oponerme desde esta modestia tribuna que los amigos de Arte Sacro me permiten emitir. Pienso que se puede producir un problema de seguridad de instalarse sillas o palcos en Fray Ceferino, y obligar a las nueve cofradías últimamente mencionadas a discurrir por Santo Tomás, Adolfo Rodríguez Jurado y Tomás de Ibarra, además de las cinco que voluntariamente ya lo hacen (Jesús Despojado, las Aguas, el Baratillo, el Gran Poder y la Carretería). Si Fray Ceferino y la esquina de la avenida está lleno de sillas y de cofradías pasando, y Santo Tomás, Adolfo Rodríguez Jurado y Tomás de Ibarra están igualmente ocupadas, la situación puede colapsarse creando un problema de seguridad pública. Actualmente el contar con las salidas expeditas de Santo Tomás, o de Tomás de Ibarra permite la evacuació n de las personas provenientes de la carrera oficial. Si se colocasen sillas en Fray Ceferino, ello no sería posible.
Por lo tanto, pienso que no es tan necesario para el público (porque sillas libres quedan aún), alarga los horarios de las cofradías, y además provoca problemas de orden público. Por todo ello, quiero manifestar mi opinión desfavorable a la ampliación de la carrera oficial.
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