Opinión. La otra cara de la moneda: las "ilegales" legales

Francisco Santiago. Ahora que desde la Archidiócesis se ha animado a revitalizar las Asociaciones "Civiles", porque todo el embrollo montado lo que ha causado no es otra cosa que dar auge y propaganda en prensa, radio y televisión, voy a contar lo que sería la otra "cara de la moneda".

¿Qué ocurre cuando tras 30 años de existencia de una supuesta "Agrupación Parroquial" te dicen ahora que no existes? ¿Por qué un párroco apoya la labor de una Asociación y le da ánimos para convertirse en Agrupación, a sabiendas que es la idea de una persona concreta enfrentada a sus propios socios?

¿Por qué una asociación parroquial tiene que buscar amparo en otro grupo cristiano al no encontrar calor en su parroquia? Demasiados por qué para estar hablando de una sola parroquia y de tres grupos de fieles distintos... A veces es mucho mejor salir de una carpa con dignidad, que no estar en un templo donde no te quieren. Por cierto, esta misma parroquia tiene cedidos enseres de una de estas "legales ilegales"... ¿Para eso no hay que escribir solicitando le sean devueltos?

Y conste que no estoy dando la razón ni protegiendo a ese infinito número de asociaciones que se han formado al amparo de una cruz de mayo o de un grupete de amigos, o de costaleros veteranos, etc...

Aquí en Sevilla, desde chiquititos nos enseñan a ser "Biris", "Supporters" y "Cofrades", como una tradición más que no deja de ser otra vertiente "ultra" de la sevillania diaria, incluso este último grupo más radical en ocasiones que los relacionados con el futbol.

No hay más que echar la vista atrás con los casos ocurridos en "Valme", "La Candelaria", "La Bofetá" o "San Esteban" que dieron origen a la paralización de la primera nombrada y sendas gestoras en las otras; o a miles de episodios de enfrentamientos entre hermanos, en ocasiones más cercanos a las "bandas organizadas" que a "grupos religiosos", llegándose incluso a las manos.

Y todo esto sin hablar de las dictaduras de algunos párrocos, que tienen en su parroquia su propio "estado de sitio", donde impera la ley del aquí mando yo por encima de Dios. Y esto que están leyendo no es ninguna barbaridad. Yo he visto llorar al hermano mayor de una Hermandad Sacramental no fusionada, ante el acoso y derribo al que era (y aún lo es) sometido por su "pastor".

Una parroquia que no da la misa del domingo porque es "feria de Abril", es para mí mucho más grave que un grupo de amigos que crean una asociación para dar culto a su propio "Hijo o Madre de Dios" y lo sacan desde una carpa cercana a la iglesia. Porque a veces pienso... ¿no estaremos todos en pecado al idolatrar imágenes, reliquias e incluso capataces o bandas?

Éxodo 20,4-5: "No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te postrarás ante ellas ni les darás culto, porque yo Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian"...

Me estoy haciendo viejo... Y, según dice el refrán: más sabe el diablo por viejo que por diablo