Provincia. La Hermandad de la Expiración puso el broche de oro a la Semana Santa en Carmona

Eduardo Fdez. López. El Martes Santo realizaba su estación de penitencia por las calles de Carmona la Hermandad de la Expiración, del barrio carmonense de San Blas.

Cuando se encontraba en pleno casco antiguo de la localidad le sorprendió la lluvia por lo que tuvo que refugiarse y suspender su estación de penitencia en la Iglesia Prioral de Santa María.

El traslado de los pasos, el del misterio del Calvario del Cristo de la Expiración, obra del escultor Antonio Eslava y el palio de la Virgen de los Dolores estaba previsto en un principio para el mediodía del Domingo de Resurrección pero como la lluvia no dio tregua ni ese mismo día el traslado se aplazó y se pudo realizar con normalidad el pasado martes.

A las nueve de la noche el cortejo abandonaba la Prioral y regresaba a su templo, recorriendo un itinerario bellísimo con el paso bajo el arco de la Puerta de Sevilla o las estrechas y empinadas calles de la feligresía de San Blas, las empedradas calles servían de escenario para un traslado cargado de recogimiento con el que se cerraba la Semana Santa de Carmona.

Minutos antes de las once de la noche finalizaba este traslado con la dificultosa entrada del paso de misterio, con el Cristo de la Expiración hundido en el monte y retirados los respiraderos laterales del paso. El palio de la Virgen de los Dolores también protagonizaba una dificil entrada de la que fue testigo los fieles que llenaban la plaza contemplando el broche de oro de la Semana Santa.

Es lo que tiene esta monumental localidad sevillana, un marco perfecto e incomparable para una valiosa y antigua Semana Santa en el que cualquiera de sus cortejos procesionales y por cualquiera de sus itinerarios conforman una película digna de ser contemplada.

Fotos: Eduardo Fdez. López.