Clasicismo en la procesión anual de la Virgen de la Salud
Francisco Santiago. Un año más, el barrio de la Costanilla lució sus mejores galas para acompañar a la devoción de Gloria de la Collación de San Isidoro, la Virgen de la Salud.
El buen tiempo, calor en un principio y refrescando a la entrada, fue la tónica general, aunque pudimos comprobar como saltaban las alertas de lluvia cuando la Virgen iba por la calle Córdoba, aunque el Delegado de Glorias Andrés Martin, que acompañaba al Cortejo, confirmó que la alerta era para chubascos aislados en la Sierra Norte.
Acompañaba el cortejo una representación de la Hermandad de San Isidoro, además del característico tramo de niños que, año tras año, hacen de cantera gloriosa para las hermandades de la collación.
Emotivo el paso por la Plaza del Salvador, donde la Virgen es bañada por los pétalos lanzados desde San Juan de Dios.
Fotos: Francisco Santiago.