La Virgen Milagrosa recorrió su Feligresía con deseos de mejoría para Juanjo

Francisco Santiago. Este año era muy especial. Había que hacerlo mejor que nunca, como siempre pero mejor, porque desde la primera llamada que realizó Salvador Reina, hasta que el último “Ahí queó” sonó, todos fueron con deseos de mejoría para el hermano mayor de esta Asociación de Fieles, Juan José Pérez Bustelo.

Y por Juanjo su equipo (gran equipo por cierto) derrochó ganas, casta y buen hacer para que la Virgen visitara en primera instancia la residencia de las Hijas de la Caridad, anexa a la Casa Provincial y posteriormente recorriera las barriadas de Begoña y Villegas, bajo los sones de la Agrupación Musical Santa Cecilia.

Son ya varios años a cargo de esta Asociación los que lleva Juanjo y su familia (que a su vez son sus hermanos y amigos), años de dura lucha por mantener una devoción de décadas, a veces perdida de la mano de aquellos que representan a Dios y que, como la llama que no se extingue jamás y que vio Moisés en el Monte Sinaí, otro pasaje bíblico más se repite en esta bendita ciudad de Sevilla.

Y queden estas palabras para la posteridad, deseando fundir el texto con un próximo gran abrazo… Juanjo, esta vez te las has apañado para que el cortejo esté cerca y a la vez lejos…, pero la próxima te queremos al pie del cañón, empujando el carro de alimentos que se recogen en la procesión y que va destinado al Comedor Social del Pumarejo.

Sigues dándonos lecciones de vida, de Hermandad y eso no te lo podemos pagar con nada, ni con palabras, ni con fotos… ¡¡¡Un abrazo amigo!!!!

Fotos: Francisco Santiago