Cesar Ramírez autor del cartel de la Magna Mariana de Écija

Arte sacro. En la mañana del pasado sábado fue presentado el magnífico cartel anunciador de la Magna Mariana que se celebrara en Écija el día 11 de octubre del presente año. La mencionada obra está realizada por el artista sevillano Cesar Ramírez.

Quien mejor que el propio Cesar para explicarnos su obra. Estas fueron sus palabras en la presentación del cartel  

"Por fin lo tenemos aquí, como ya dije el día 1 de mayo cuando vine a Écija a formalizar un encargo que me llenaba de ilusión y responsabilidad, había que trabajar mucho y el tiempo para la ejecución no era muy prolongado, no me equivoqué, he trabajado mucho y el tiempo ha sido justo, pero afronte este reto con la confianza plena en que podría recoger todo lo que yo entiendo que debe reflejar un cartel para una ciudad singular como es Écija y para un evento tan exclusivo como es esta magna mariana.

He dicho cartel pero también podía haber dicho cuadro, el fin principal de un cartel es que refleje un claro mensaje pero se ha canalizado con un marcado carácter de obra pictórica.

A primera vista y describiendo lo obvio,  estamos ante un óleo sobre tabla de 1,60x 1,00m, con una composición de referencia a la cartelería en su franjas verticales donde las laterales albergan en tonos fríos el rostro de las 2 imágenes de gloria y 14 dolorosas que procesionaran en la magna mariana, pintadas en riguroso orden de salida de abajo a arriba y de izquierda a derecha. En la franja central y ya en tonos cálidos es donde se vuelca la devoción mariana, a través de una Inmaculada con claras referencias a Bartolomé Esteban Murillo. Ya en la parte inferior se recoge el simpecado de la hermandad del Rocío que abre la procesión y la leyenda que define el evento.

Como ya he dicho antes, el trabajo ha sido intenso, pero Écija me lo ha puesto fácil, pues la referencia principal para la elaboración de este cartel estaba ahí y solamente había que tomarla prestada, ha sido el retablo cerámico de la Inmaculada que existe en el atrio de entrada a la parroquia de Santa María de Écija, retablo realizado por casa González de Sevilla a final de la década de 1920 y que recoge en su leyenda inferior exactamente el hecho  de la defensa del misterio de la Concepción Inmaculada de María que el cabildo de la ciudad de Écija formalizo en agosto de 1615 a petición popular.

No he encontrado pues, mejor base de partida para materializar la devoción mariana  de Écija a la vez que se pone en valor parte del patrimonio artístico de esta ciudad.

En lo que respecta a su tratamiento como obra pictórica o cuadro, la propia figura de la Inmaculada lo llena todo, con su marcada diagonal barroca que recoge en sus pies la gloria de ángeles y los signos de las letanías lauretanas entre los que me he permitido incluir el escudo del consejo de hermandades y cofradías. La Inmaculada está basada en una desconocida obra de Murillo que fue adquirida en el año 2013 por el Museo de Bellas Artes de Sevilla a una colección privada, tiene la particularidad de que es una de las pocas obras de Murillo pintada en óleo sobre una plancha octogonal de cobre de 70cms de altura y que por ser la cuarta Inmaculada de este autor que posee el Bellas Artes y dada su singularidad y exclusividad, me pareció la más adecuada para recordar también este cuarto aniversario del voto concepcionista, incluyéndolo en esta interpretación del retablo cerámico de Santa María.

 

Llenando toda la parte superior de la obra, en lo que vendría a sustituir al ambarino clásico que rodea a este tipo de representaciones de figuras marianas, tenemos el manto de la Virgen del Valle, patrona de esta ciudad de Écija, que conforma junto con las nubes de la gloria de ángeles el nexo de unión y unidad de todas las partes que posee el conjunto del cuadro.

La elección del manto con el escudo de la ciudad bordado de Écija como uno de los elementos principales del cartel no es casual, he querido traerlo a un primer plano y darle un sitio preferente dentro de la composición de la obra para que la presida, al igual que la Virgen del Valle presidirá en la carrera oficial el día de la magna mariana, poniendo a su vez en valor una pieza de un nivel artístico sobresaliente y patrimonio de la hermandad de la Virgen del Valle y de toda Écija y que representa lo que en su día fue la voluntad de toda una ciudad al realizarse por suscripción popular en el año 1920, pero que debido a su actual mal estado no se puede utilizar en las salidas anuales y está guardado a la espera de su restauración.

No podría finalizar esta presentación sin dedicar esta obra a mi mujer, a mis hijos y a mi familia, han sido muchas las horas robadas a ellos y se lo merecen más que nadie, ustedes decidirán si ha merecido la pena y espero que lo disfruten tanto como yo lo he hecho en su realización."