Provincia. Adrián Sanabria comienza el Triduo conmemorativo de la Virgen del Socorro, llenando de amor los corazones de los alcalareños

Fran Granado. En la Parroquia de Santiago el Mayor de Alcalá de Guadaíra ha comenzado el Triduo conmemorativo del Setenta y cinco aniversario de la Bendición de la actual Imagen de la Virgen del Socorro de la Hermandad de Jesús Nazareno (Archicofradía Sacramental). Esta advocación de María Santísima del Socorro en Alcalá es cuatro veces centenaria.

Los alcalareños encontraron a la Madre de Dios, en un altar de cultos bellísimo, y a la Virgen del Socorro exquisitamente vestida, refulgente como el Sol, pues no en vano es Socorro de la mañana.

Ocupó la Sagrada Cátedra el presbítero D. Adrián Sanabria Bellido, Vicario Episcopal para la Nueva Evangelización, quien viste desde niño la túnica de Jesús Nazareno en esta Hermandad, de cuya Junta Auxiliar y Junta de Diputados fue miembro en las décadas de los ochenta y noventa.

El Reverendo Adrián Sanabria se mostro muy cercano, mariano y vivencial. No se pueden decir cosas más profundas y bonitas sobre María, la que es Madre de Dios y madre nuestra, pues el Señor agonizante en la Cruz, nos la regaló, a través del apóstol Juan.

Nos hizo ver que la Virgen del Socorro siempre está con nosotros. María siempre de pie, acompañando a los que sufren, como estuvo al pie de la Cruz, acompañando siempre a su hijo Jesús.

Contó vivencias, como nazareno de la hermandad y como sacerdote, que demuestran la importancia de la Virgen en nuestras vidas, siempre ayudándonos a soportar nuestra Cruz, cual cirinea.

Nos recordó una vivencia que tuvo siendo un niño de apenas 12 años, en una madrugada en la que el Señor sube con su Cruz al Calvario y la Virgen del Socorro acude con preocupación, con su rostro roto por el dolor, pero con la serenidad de quien sabe que la muerte antecede a la Resurrección.

Un niño menor que él, de unos 10 años, cuyo padre estaba muy enfermo, se escapó de su casa, preocupado y temeroso, y se metió bajo el manto de María Santísima del Socorro. Allí, acompañando a la Virgen, o acompañado por ella, estuvo toda la noche.

Al volver a casa, con su familia desesperada, este niño era otro, había vivido una experiencia que le cambiaría para siempre, pues como dijo a su familia: "Ya no tengo miedo, sé que nunca estaré solo."

Otra vivencia, como sacerdote, es la que le aportó la madre de Marta del Castillo, cuando le dijo: "Padre, desde que mi hija murió, he descubierto a María."

Porque no hay nada en esta vida que duela más que la muerte de un hijo. Pedro Laín Entralgo, decía que hay acontecimientos en la vida para los cuales el hombre aún no ha puesto palabras, que recojan lo que se vive. Él decía, se muere tu padre y te quedas huérfano, se muere tu mujer y te quedas viudo. Se muere tu hijo y no hay palabra para definirlo. Hay acontecimientos en esta vida que no se pueden recoger con una palabra. Se muere tu hijo y sencillamente, te quedas muerto.

Ese dolor sintió María, pero nunca perdió la fe, nunca perdió la Esperanza. Y como madre nuestra, llena de amor, nos protege, nos acompaña en la vida y nos ayuda a mantenernos con esperanza y firmes en la fe. Solo tenemos que fijarnos en ella, que es nuestro modelo. Solo tenemos que acudir a ella, poner en ella nuestros problemas y ella nos socorre, pues es María Santísima del Socorro.

Antes del rito de despedida, la Hermandad de Santa María del Águila Coronada, con motivo del Setenta y cinco aniversario de la Bendición de la actual Imagen de la Virgen del Socorro, le regaló un jazmín de oro, que recuerda a los alcalareños a su Patrona, la Virgen del Águila. El Hermano Mayor, Juan Manuel Ruiz Portillo, en nombre de la Hermandad, la Junta de Gobierno y en el suyo propio, le hizo entrega del presente al Hermano Mayor de la Hermandad de Jesús Nazareno, Vicente Romero Gutiérrez, como reconocimiento y felicitación por la inmensa labor que han realizado para que el amor y la devoción a la Virgen llegue hasta los corazones de todos los alcalareños.

Vicente Romero, agradeció este detalle de cariño, de un jazmín para la Virgen del Socorro en un alfiler, que llevará siempre la Virgen del Socorro, porque las dos hermandades, la de Santa María del Águila Coronada y la de Jesús, siempre han estado y estarán juntas en el camino, siempre con las devociones de Alcalá.

"Nosotros, los nazarenos de Jesús, llevamos a Nuestra Madre del Socorro en el corazón, y a Nuestra Madre del Águila en el alma. En el Palio de la Virgen del Socorro va la Patrona de Alcalá. Esto es un símbolo de amor y devoción a la Madre de Dios, que es la que nos marca el camino. Gracias hermandad de nuestra Patrona, Santa María del Águila, por este detalle y por este momento que nos habéis hecho pasar de emoción. Sabed que estamos siempre juntos en el mismo camino, y juntos en pos de la devoción a Jesús Nazareno, a María Santísima del Socorro y a nuestra Excelsa Madre, Patrona y Señora de Alcalá: Santa María del Águila."

El Padre Adrián, con él en sus manos, pidió que Dios Todopoderoso bendiga este jazmín de oro para la Virgen que simboliza el amor y el recuerdo de agosto hacia la Virgen del Águila que siente Socorro por nosotros, que nos acompaña, que nos auxilia. Dio gracias a la Hermandad de Jesús Nazareno que tanto cuida de los detalles, que tanto cuida de los bienes, que tanto cuida de la Virgen, que tanto cuida de los demás, con ese “Ropero Virgen del Socorro”, que es el mejor gesto de este 75 aniversario, y dio gracias a la hermandad porque estamos haciendo entre todos que Jesús Nazareno y su Madre sean el descanso para Alcalá.

Con el bello canto de "Salve Madre" terminó este primer día de Triduo, dando paso al devoto Besamanos.

Curiosamente, en este primer día del Triduo, el Centro de Recursos Infantiles “Ropero del Socorro”, creado por la Hermandad de Jesús, ha ampliado su campo asistencial. Por lo que no solo entrega a las familias necesitadas ropa, calzado, juguetes y menaje, sino que también distribuye alimentos infantiles, convirtiendo el Ropero de la Virgen en el mejor Socorro de sus niños necesitados.

Redacción y fotos: Paco Burgo