El incierto origen del Alcázar. Redacción. Diario de Sevilla.
Los libros de historia datan el Alcázar en el siglo X. Los arqueólogos, sin embargo, dicen que no existen –hoy por hoy– hallazgos que así lo confirmen. El director del Real Alcázar, José María Cabeza, aseguró ayer que "no hay datos físicos que atestigüen que el origen del Alcázar se encuentra en el siglo X". Así, al menos, se desprende de los trabajos arqueológicos llevados a cabo en el Patio del León cuyos resultados han sido publicados en la revista del Real Alcázar.
En efecto, aunque los libros de historia recogen que el primitivo palacio fue construido en el siglo X, no se ha hallado bajo los cimientos del actual conjunto "ningún elemento" anterior al siglo XI. Así, no puede documentarse un origen anterior a esa fecha.
Sin embargo, los expertos aclaran que eso "no quita que en etapas anteriores pudiera existir alguna fortaleza en ese lugar". La hipótesis que defienden tras la investigación es una cronología "no inferior a mediados del siglo XI para los restos conservados del primer Alcázar".
Con los datos disponibles a fecha de hoy, la empresa se justifica durante la última etapa del gobierno de Ibn Abbad o incluso durante los reinados de Al Mutadid y Almutamid. Es decir, entre los años 30 y 80 del siglo XI.
Las excavaciones llevadas a cabo en el Patio del León han ilustrado 2.600 años de la historia de Sevilla, de la que han proporcionado información desde la época romana hasta el siglo pasado en sus distintas cotas, según destacó Cabeza en rueda de prensa.
Bajo el Patio del León, tras seis meses de excavaciones, el equipo dirigido por Miguel Ángel Tabales ha encontrado edificaciones romanas a cinco metros de profundidad, cuyos sillares fueron expoliados y colocados en los actuales muros del Patio de Banderas; restos de la construcción musulmana del Real Alcázar, numerosa información sobre los inmuebles de la época de Pedro I y vestigios del teatro del Corral de la Montería que el arquitecto Vermondo Resta construyó en 1625 y que ardió poco tiempo después, en 1691. Además, la cata arqueológica ha proporcionado información sobre el jardín romántico que existe actualmente en este Patio y que fue diseñado por Joaquín Romero Murube.
El director del Alcázar destacó que "no se conoce en la ciudad un lugar que en tan poco espacio haya dado una información tan extraordinaria sobre la historia de Sevilla".
Durante los últimos años se han llevado a cabo en el monumento hasta 20 excavaciones arqueológicas, una de las cuales permitió cambiar la fisonomía del Patio de las Doncellas, al encontrarse bajo este lugar un jardín medieval del siglo XIV que había permanecido oculto durante cuatro siglos.
El siguiente programa de catas se decidirá en el próximo consejo del Patronato del Alcázar, y ya existen varias propuestas sobre la zona que se podría analizar.
Apuntes del Alcázar de Sevilla, cuyo séptimo número fue presentado ayer, recoge la información sobre las excavaciones que dirigió el arqueólogo Miguel Ángel Tabales y que han revelado un origen del monumento posterior al que se pensaba. La revista no tiene una periodicidad fija y se edita cada vez que existen trabajos que arrojan mayor luz sobre el monumento "para dar a conocer a los ciudadanos qué se hace con su propiedad", según Rodríguez Galindo.