Presentada la presea de la coronación canónica de la Virgen de la Piedad de Albaida, obra de Orfebrería Delgado López
Arte Sacro. En la mañana de ayer fue presentada en el salón Salvador de la Fundación Cajasol, la presea que el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, impondrá a Ntra. Madre y Sra. de la Piedad, Titular mariana de la Hermandad de la Vera Cruz de Albaida del Aljarafe, el sábado 4 de mayo, en su coronación canónica, siguiendo el Ritual Romano de Coronaciones Canónicas “Ordo Coronandi Imaginem Beatae Mariae Virginis” promulgado en Roma el 25 de marzo de 1981.
El acto estuvo conducido por la periodista Susana Herrera y contó con la participación de además de el hermano mayor, Antonio Jesús Morales, el alcalde de la localidad, José Antonio Gelo López y los orfebres, los hermanos Delgado.
Hoy día 13, tras la sabatina, tendrá lugar la presentación de la corona a los hermanos y fieles en general en la capilla de la Hermandad.
José Delgado fue el encargado de explicar la realización de la obra, realizada con la técnica de abultado y repujado a mano con martillo y cincel.
De estilo barroco, dos partes considerables componen la presea, canasto o corona imperial como Reina y Señora del cielo y de la Tierra, y el resplandor como sol o luz de la Divinidad.
En el canasto se han cincelado festones de flores como la rosa, simbolizados con la letanía lauretana de la rosa mística, guirnaldas que cuelgan de cartelitas donde en su centro van piedras engastadas de color de la esmeralda. Los imperiales han sido decorados con jarras de azucenas recordando la pureza de la Santísima Virgen María y que culminan soportando unas mensulitas donde van colgantes con piedras blancas dándole una cierta gracia y originalidad a la corona, todo ello es soportado por un rico aro con ornamentación en sus bordones con puntas de diamantes en su parte alta y laurel en su parte inferior, siendo el friso central un dibujo de roleos y sellos para alojar piedras rectangulares que se intercalan con unas cartelas sobrepuestas con más relieve que rompen la línea recta del aro consiguiendo una agradable sensación.
Entre los imperiales se alojan cartelas más importantes con el mismo movimiento de los imperiales de donde cuelgan broches con piedras o perlas poco visto.
En los centros de estas cartelas están representadas las escenas de la vida de la Virgen María, como el nacimiento de la virgen, presentación de María en el Templo, la Anunciación de la Virgen, la Visitación de la Virgen a Isabel, el nacimiento del niño Jesús y la huida a Egipto.
El resplandor se divide en doce rayos entre biselados y flamígeros con un total de doce estrellas mayores, que simbolizan las doce Tribus de Israel y diez entre rayos dibujados con óvalos en sus centros donde va representada la ofrenda floral a la Santísima Virgen Madre de la Piedad, como el clavel, el lirio, el jacinto, la violeta, la amapola, el jazmín, el geranio, el azahar, la margarita y el nardo.
En las puntas de estos entre rayos brotan un total de diez estrellas más pequeñas que simbolizan los mandamientos de la ley de Dios.
En cada Estrella, en un total de veintidós, se alojan piedras blancas que recuerdan el Firmamento.
En el centro del resplandor podemos ver la escena de la Coronación de la Virgen María con Dios Padre y Dios Hijo, que sostienen una corona de flores sobre la cabeza de la Virgen, que es iluminada por el Espíritu Santo que derrama la gracia con los rayos de luz, todo ellos se alojan en una especie de hornacina que es asida por dos arcángeles a izquierda que vuelan sobre las nubes del cielo.
En su parte alta y sobre esta hornacina, campea la cruz con sinuoso movimiento decorada con piedras y azucenas en sus vértices, y que brota del globo terráqueo, de mármol verde y su meridiano repujado con rica decoración, que alojan piedras que simboliza la victoria de la cruz sobre el mundo.
La corona del Divino Infante, que aún está en proceso de elaboración pero será entregada a la Hermandad en breve, será una traslación de la Corona de la Virgen al tamaño correspondiente para que hagan un juego, aunque con variantes por el tamaño.
Fotos: Juan Alberto García Acevedo.