Puerta de (a los) Palos. Antonio Sánchez Carrasco
Debió de ser sobre mediados de los 90 del siglo XX cuando estrenando trípode me levanté en la escalera para llegar arriba de aquel mastodonte de la marca Manfrotto para fotografiar al Cristo de la Fundación en la vuelta a su casa tras haber llovido el Jueves Santo. Justo al bajarme un fotógrafo importante de esta Ciudad me dijo " la próxima vez que te subas al trípode mira hacia atrás por si estás molestando a alguien", consejo dado de muy buena forma que seguí al pie de la letra desde entonces.
Los tiempos cambian y ahora es muy complicado seguirlo al pie de la letra y mucho de ello tiene que ver con los monopies, conocidos en Sevilla por Sanvi-palo por aquello de que fue San Vicente un fotógrafo de prensa quien lo usó por primera vez en una foto cofrade.
El problema en sí no son las fotos, una cámara tiene un temporizador que como mucho dura 10 segundos, el problema es el video. A veces retransmisiones de YouTube para hermandades, para bandas, o simples cuentas que dan las imágenes como nadie o los 360 tan de moda ahora..., esos levantan el palo y lo dejan arriba hasta que acaba la Chicotá o la marcha.
Ahora cargas con una cámara para fotografiar algo que llevas haciendo 30 años para acabar regalando las fotos para anuarios de hermandades y encima tienes que lidiar con aquellos que creen que sólo trabajan ellos. Yo he optado por varias soluciones la primera olvidar aquel consejo que recibí y cruzarme por delante de toda cámara y/o móvil que se cruce por delante de mí, haciendo exactamente lo mismo que hacen ellos, aunque quizás la solución podría venir del fabricante y hacer una gama de monopies sacros, dorados o color caoba y el micro de la cámara simulando un clavel en vez del florón gris o blanco que llevan algunos.
En fin disculpen la pataleta pero a veces se te quitan las ganas de fotografiar en las procesiones. Les dejo, voy a seguir quitando palitos de respiraderos, bendito tampón de clonar de Photoshop.
#LosLunesAlSol
Foto: Antonio Sánchez Carrasco.