Provincia. La Hermandad del Gran Poder de Dos Hermanas celebra sus 125 años con la salida de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso
Manuel Pinto Montero. El 10 de febrero de 1899 se funda la Hermandad nazarena del Gran Poder en un Oratorio de la Plaza del Arenal trasladándose posteriormente a la Parroquia de Santa María Magdalena donde ha permanecido hasta 1995 cuando se bendijo su actual Capilla en la popular calle Real de Utrera. La Hermandad de la madrugá del Viernes Santo se encuentra conmemorando sus ciento veinticinco años de vida y por ello las puertas de la Capilla se abrieron a las siete en punto de la tarde del pasado sábado para dar inicio a la procesión extraordinaria de María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, dolorosa titular de la Hermandad.
Largo cortejo de hermanos el que acompañó a la Santísima Virgen que nos dejaba estampas y sonidos para la historia. La Virgen del Mayor Dolor y Traspaso abandonaba su Capilla con una luz muy distinta a la de la madrugá en una tarde con ambiente primaveral. Si el sol no quiso perderse este histórico momento la música tampoco quiso dejar sola a la Virgen nazarena que por vez primera la acompañaba dejando por unas horas el silencio que reina en su madrugá tras el palio.
La calle Real de Utrera recibía a María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, obra de Manuel Gutiérrez Reyes y Cano del año 1902, que procesionaba en su paso de palio bajo bambalinas de terciopelo morado bordadas, aún en fase de ejecución. Para esta ocasión la Santísima Virgen lucía saya bordada y manto liso de terciopelo morado con toca de sobremanto. Sobre sus sienes portó corona de metal dorado. El exorno floral estuvo compuesto principalmente de nardos y rosas.
Los sones de la Banda Ciudad de Dos Hermanas y de Santa Ana acompañaron a la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso que visitó a distintas Hermandades nazarenos, así como el Templo Parroquial de Santa María Magdalena. Emotivo fue el paso por la Capilla de Santa Ana, donde la abuela y Patrona de Dos Hermanas se asomó hasta el dintel de su puerta para saludar a su Santísima Hija.
Dos Hermanas acompañó a la Santísima Virgen hasta las primeras horas de la madrugada siendo su San Juan Evangelista por unos momentos, ya que el discípulo amado aguardaría su llegada en la Capilla. La Hermandad recuperó esa estampa de soledad bajo palio que tuvo hasta 1954 cuando San Juan comenzó a acompañarla en la Madrugá. Sin duda ha sido una jornada histórica para todo el pueblo nazareno que arropó a su Virgen del Mayor Dolor y Traspaso que contempló por vez primera la tarde de Dos Hermanas y escuchó las suplicas de su pueblo junto a los sones musicales.
Fotos: Manuel Pinto Montero.