Provincia. Nuestra Señora de la Aurora procesionó en Los Palacios y Villafranca en el Tercer Centenario de su Capilla

Manuel Pinto Montero. El pasado sábado 31 de mayo la localidad de Los Palacios y Villafranca vivió un momento especial junto a la Virgen de la Aurora que procesionó por vez primera portada por costaleros por las calles palaciegas con motivo del tercer centenario de su coqueta Capilla. La Hermandad del Gran Poder, que tiene su sede en este Templo desde 1971, tiene como titular a la bendita imagen de la Virgen de la Aurora y ha preparado, a lo largo de todo este año, un programa de actos para conmemorar estos trescientos años de la Capilla.

El más esperado de estos actos, sin duda fue la gloriosa y extraordinaria procesión de la Virgen de la Aurora por las calles principales de la localidad palaciega. A las puertas de la Capilla tuvo lugar la celebración religiosa previa a la procesión. Esta Eucaristía estuvo presidida por el Obispo auxiliar de Sevilla, don Teodoro León Muñoz.

Una vez finalizada la misa se inició la procesión con un cortejo de hermanos con cirio que antecedían al paso de la gloriosa imagen de Nuestra Señora de la Aurora. La talla de la Santísima Virgen, de 62 cm, representa el misterio de la Asunción Gloriosa de la Virgen María, se trata de una talla de madera fechada a finales del siglo XVII o principios del siglo XVIII. La bella talla posee cabello natural y porta sobre sus sienes corona de plata y a sus plantas media luna quedando enmarcada en ráfaga de plata del siglo XVIII.

Para esta gloriosa procesión la Virgen de la Aurora procesionó en el antiguo paso de la Virgen de Consolación de Utrera. Se trata de un paso realizado por los talleres de los Hermanos Fernández de Sevilla a finales de la década de 1980, basado en el realizado por Marmolejo en 1964. El paso estuvo exornado con claveles y nardos blancos. Tras el paso puso sus sones la Sociedad Filarmónica de Pilas.

Nuestra Señora de la Aurora recorrió buena parte del centro de la localidad visitando el Templo Parroquial de Santa María la Blanca donde la esperaron sus Hermandades. Pétalos cayeron sobre su paso antes de abandonar la calle Real donde numerosos fieles la esperaban y la acompañaron en una calurosa noche donde la Virgen volvió a procesionar por Los Palacios y Villafranca como lo haría antes de desaparecer su Hermandad en el siglo XIX, siendo una de las imágenes de mayor devoción y de unión de las dos villas de Los Palacios y Villafranca de la Marisma en un tiempo ya pasado.

Fotos: Manuel Pinto Montero.