Santa Marta, testimonio de fe y servicio cristiano
Fco Javier Montiel. La venerada imagen de Santa Marta se encuentra en solemne besamanos en la Iglesia de San Andrés, sede canónica de la Hermandad de Santa Marta, en estos días en que la ciudad honra con especial devoción a una de las santas más significativas del calendario litúrgico.
La talla, obra de Sebastián Santos Rojas (1950), se presenta ataviada con su característico hábito oscuro, acompañado del delantal blanco y el manojo de llaves, símbolos que nos remiten directamente a su papel como patrona de los hosteleros y del servicio doméstico. Su semblante sereno y humilde, pero lleno de determinación, vuelve a conmover a los fieles que acuden a venerarla en este acto íntimo y cargado de espiritualidad.
Historia y espiritualidad de Santa Marta
Santa Marta de Betania es una figura fundamental del Evangelio. Hermana de Lázaro y María, es reconocida por su acogida al Señor en su hogar, como narra el Evangelio de San Lucas. En ella vemos reflejada la caridad cristiana y el valor del trabajo silencioso y constante. Jesús mismo no duda en alabar su fe: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá", le dice antes de resucitar a su hermano.
A lo largo de los siglos, Santa Marta ha sido invocada por quienes consagran su vida al servicio, especialmente en los ámbitos de la hostelería, la cocina y la limpieza. Por ello, es patrona de los hosteleros, amas de casa, cocineros y trabajadores domésticos, y su devoción ha crecido con fuerza en Sevilla, especialmente en torno a la Hermandad que lleva su nombre, fundada en 1946 y erigida canónicamente en 1948.
La Hermandad y su legado en Sevilla
La Hermandad de Santa Marta es una de las corporaciones más señeras del Lunes Santo sevillano, con una procesión austera y de profundo recogimiento. El paso del Misterio del Traslado al Sepulcro, una de las composiciones escultóricas más impactantes de la Semana Santa, recuerda el momento en que Cristo es llevado al sepulcro por José de Arimatea y Nicodemo, acompañados por las santas mujeres, entre ellas Marta.
El besamanos anual en torno al 29 de julio, festividad litúrgica de la Santa, es uno de los momentos más íntimos del calendario de cultos. La iglesia se llena del aroma de flores blancas, reflejo de su pureza, y del murmullo devoto de quienes se acercan a depositar un beso sobre la mano extendida de la imagen.
Una ocasión para renovar la fe
Este besamanos es más que una cita tradicional: es una oportunidad para reflexionar sobre el ejemplo de entrega, fe y trabajo silencioso que Santa Marta representa. Su figura sigue inspirando a muchos a vivir su vida cotidiana desde la fe y la esperanza. Recordandonos que, en medio del bullicio de la vida moderna, aún es posible encontrar a Dios en la hospitalidad, en el cuidado del prójimo y en el trabajo bien hecho. Su presencia en Sevilla es un faro de espiritualidad que ilumina con humildad y entrega.
Fotos: Fco Javier Montiel