Provincia. Santa María del Águila Coronada, Patrona de Alcalá de Guadaíra, recibió el cariño y la devoción de la feligresía de la Parroquia de la Inmaculada Concepción en un emotivo traslado
Manuel Pinto Montero. La noche del 9 de agosto de 2025 quedará guardada en la memoria de todos los vecinos de la feligresía de la Inmaculada Concepción que acompañaron a la Santísima Virgen del Águila hasta su Templo Parroquial para la celebración de la Novena Itinerante. La celebración del XXV Aniversario de la Coronación Canónica nos está dejando momentos y estampas de gran belleza.
A las diez de la noche Santa María del Águila Coronada abandonaba el Templo de San Mateo sobre los hombros de los feligreses de esta Parroquia hasta entregársela a los vecinos y feligreses de la Parroquia de la Inmaculada Concepción que la esperaban. Poco a poco la Virgen del Águila dejaba atrás la calle Jorge Guillén y se adentraba en Pilar de Zaragoza hasta Luna de Escacena abandonando la feligresía de San Mateo y entrando con paso firme a la de la Inmaculada cruzando la calle Escultor Illanes, calle que lleva el nombre del autor de la imagen de la Santísima Virgen.
Desde la salida de la Parroquia de San Mateo los cohetes anunciaban, desde la popular zona del Instituto, que la Virgen del Águila los visitaba después de quince años. Se rezaban las letanías del Santo Rosario por la calle Malasmañanas y el inicio de la calle Cristóbal Colón. Un inmenso gentío la acompañaba por las calles Lebrija y Los Palacios que se encontraban bellamente exornadas por los jóvenes y vecinos del barrio. Estos jóvenes que antecedían a la Virgen del Águila la acompañaron cantando sevillanas populares marianas y alcalareñas. Un castillo de fuegos artificiales la acompañó en su entrada en la calle Lebrija mientras los sentimientos se desbordaron al inicio de la Calle de Los Palacios donde una joven hermana de la Hermandad del Perdón le rezó cantando unas emotivas sevillanas que llenaron de lágrimas a muchos de los vecinos que la contemplaban.
Cruzaba la calle Sanlúcar la Mayor y las vías de tranvía que la adentrarían en la calle Ramón J. Sender cuando los sones de la flauta y tamboril se escuchaban a las puertas del Templo Parroquial. A las doce de la noche llegaba ante la Casa Hermandad del Patrón San Mateo que había levantado un hermoso altar con la carreta de la Romería y una añeja estampa de la Virgen del Águila presidiendo la Carreta del Patrón. Con el popular y rociero “Aquí estamos otra vez” el pueblo le rezaba a la Patrona ante la casa de Santo Patrón.
La flauta y el tamboril la acompañaron hasta las puertas del Templo de la calle Gracia Sáenz de Tejada que se había engalanado para tan magna ocasión. Desde uno de los balcones se volvió a rezar cantando antes de entrar en el Templo Parroquial de la Inmaculada Concepción, cuando el reloj marcaba las doce y diez de la noche, donde fue recibida con caluroso aplauso de todos los presentes y con un castillo de fuegos artificiales que anunciaban a sus barrios que la Virgen del Águila estaba ya en su casa.
En la nave lateral, o de los pasos, como se conoce popularmente, fue bajada de las andas para salvar la separación de las naves y fue portada por hermanos de la Hermandad de la Virgen del Águila y de las Hermandades que residen en el Templo. A manos de sus devotos fue llevada a la Capilla de la Hermandad del Perdón donde quedó posada en una peana mientras se rezaba la salve frente al Cristo del Perdón y la Virgen de las Angustias y se lazaban vivas a los titulares de ambas Hermandades. En este rincón se cantó unas sevillanas por una antigua hermana de la Hermandad.
Tras el saludo a la Hermandad del Perdón dirigió sus pasos a la Hermandad de San Mateo atravesando la nave central. Frente a San Mateo quedó la Santísima Virgen del Águila posada en una peana mientras se rezaba la salve y se vitoreaban ambos patrones que se unían en un mismo Templo.
Cerca de la una menos veinte de la madrugada quedó posada en el presbiterio, en el lado de la Epístola, junto a la titular del Templo, María Santísima en su Inmaculada Concepción. En el interior del Templo se celebró el quinto día de la novena itinerante en honor de Santa María del Águila Coronada.
Fotos: Manuel Pinto Montero.