Provincia. Santa María del Águila Coronada, Patrona de Alcalá de Guadaíra, recorre la feligresía de Santiago en sus traslados de novena
Manuel Pinto Montero. Al culminar el ejercicio de Novena en la Parroquia de San Sebastián se preparaba todo para un nuevo traslado de la Virgen del Águila que la llevaría a la feligresía de Santiago, a la que pertenece su blanco Santuario. A las diez menos cuarto de la noche la Santísima Virgen abandonaba la Parroquia de San Sebastián y bajaba la escalinata del Templo para volver a recibir el fervor y cariño de su pueblo.
En la calle Gutiérrez de Alba la esperaban bajo un castillo de fuegos artificiales y pétalos que cayeron sobre sus andas antes de entrar en la calle Pérez Galdós donde la campana de la Casa Hermandad del Dulce Nombre la saludó con su repicar. Dejaba a un lado la Plaza del Paraíso y subía la calle Sol entre numerosos fieles que se arremolinaron por la calle Sor Emilia. Poco a poco entraba en la feligresía de Santiago por la calle Pescadería y la calle Gestoso donde se rezó la salve ante una engalanada casa de devotos.
La Virgen del Águila cruzaba la calle San José recordando aquella hermosa madrugada del día de su Coronación. En este punto se rezó cantando desde un balcón y se vivían bonitos momentos ante la casa de hermanos mayores que la esperaban en sus casas. Una gran multitud la acompañó en su paseo por el barrio de las Corachas que se engalanó de una manera especial para el paso de la Patrona. Muchos vecinos la recibieron con pétalos de flores que caían sobre su paso o levantaron pequeños altares para la Patrona.
Atrás dejaba las calles Bartolomé de los Santos, Monardes o la popular calle Ángel antes de buscar Isidoro Díaz que la llevarían hasta la calle Orellana y la Parroquia de Santiago. Al llegar a la Plaza del Derribo las emociones de los vecinos de Santiago se incrementaron cuando la Virgen del Águila ya se fijaba en su Templo. Antes de entrar en el Templo la ciudad panadera se iluminó con un hermoso castillo de fuegos artificiales como símbolo de la alegría de tenerla en su Templo. A las doce menos veinte atravesaba el dintel de la Parroquia buscando la Capilla Sacramental donde es venerado Jesús Nazareno. Dos grandes devociones alcalareñas volvían estar bajo las bóvedas del Templo santiaguista.
Tras la visita a la Hermandad de Jesús Nazareno, la Virgen del Águila se dirigió hacia los titulares de la Hermandad de la Divina Misericordia que aguardaron la llegada de la Santísima Virgen. Se rezó ante estos titulares, el Señor de la Divina Misericordia, la Virgen de la Trinidad y la Virgen del Rosario. Tras estos saludos la Virgen del Águila subió al Presbiterio de Santiago donde se posaron sus andas minutos antes de las doce de la noche.
En el interior del Templo de Santiago se celebró el séptimo día de la novena itinerante en honor de Santa María del Águila Coronada.
Fotos: Manuel Pinto Montero.