Provincia. Santa María del Águila Coronada, Patrona de Alcalá de Guadaíra, regresó a su Santuario entre el fervor de los vecinos del Castillo

Manuel Pinto Montero. La noche caía en el barrio del Campo de las Beatas y la Virgen del Águila se despedía de la Parroquia de Santa María y San Miguel tras la celebración del ejercicio de novena. La Virgen del Águila volvía su mirada al Cristo de San Miguel antes de abandonar el Templo y salvar las escalinatas del Templo antes de que el pueblo irrumpiera con un fuerte aplauso de despedida.

La Virgen del Águila recorría las calles del barrio acompañada de numerosos vecinos. Entre fuegos artificiales y pétalos llegaba a la calle Américo Vespucio donde se levantó un bello altar a su paso y era recibida entre cantos y flores. De una manera bella se engalanó para la Patrona la calle Santo Domingo de Guzmán con banderas y guirnaldas. Poco a poco dejaba atrás el barrio y volvía a cruzar el puente sobre el río Guadaíra cuando fue recibida con pétalos al llegar a la otra orilla.

Llegaban momentos emotivos con la subida al Castillo atravesando el corazón de su barrio. Subía por la calle San Fernando mientras todo su pueblo la esperaba a los pies del arquillo de San Miguel. Quince años después volvía a atravesar el arco que es puerta de entrada a su barrio del Castillo.

Entre ovaciones y flores llegaba ante la antigua Iglesia de San Miguel donde fue recibida con cantos de alabanzas a la Santísima Virgen. Fervor y emoción de un barrio que la siente como propia y que tiene el privilegio de descansar a los pies de su Santuario. Atravesaba murallas y torreones antes de llegar a su Santuario pasada la media noche entre el repique de campanas y las ovaciones.

Quedaban sus andas a los pies del presbiterio mientras de fondo sonaba la Salve y el pueblo irrumpía con un atronador y largo aplauso por los momentos vividos en cada uno de los traslados. En el interior del Santuario de Santa María del Águila Coronada se celebró el último día de la novena en honor de la Patrona alcalareña.