La Hermandad de los Javieres firma con la Compañía de Jesús el comodato de la Iglesia del Sagrado Corazón y la Capilla de Los Luises

Arte Sacro. En la mañana del 3 de septiembre, ha tenido lugar un acontecimiento histórico para la Hermandad de los Javieres. En la Notaría de Gutiérrez-Alviz y Conradi se ha rubricado el contrato de comodato por el que la Compañía de Jesús cede a la corporación del Martes Santo la gestión de la Iglesia del Sagrado Corazón y de la Capilla de Los Luises.

El acto contó con la presencia del Rvdo. Padre Joaquín Barrero, S.J., en representación de la Compañía de Jesús, y del hermano mayor de los Javieres, José Antonio Oliert Rodríguez, firmando en presencia del notario Pablo Gutiérrez-Alviz y Conradi. Acompañaron al máximo responsable de la corporación un nutrido grupo de oficiales de su Junta de Gobierno, subrayando así la relevancia de este momento para la historia de la hermandad.

Según lo estipulado en el acuerdo, la cesión tendrá una duración inicial de 40 años, siendo gratuita y comprometiéndose la hermandad a la conservación, mantenimiento y gestión de ambos templos. La corporación contará con plena potestad para decidir la ubicación de sus Sagrados Titulares en los espacios que estime más oportunos para la veneración y el culto.

Uno de los puntos destacados del convenio hace referencia a la figura del Venerable Padre Tarín, cuyo sepulcro se encuentra en la Iglesia del Sagrado Corazón. La Hermandad de los Javieres ha manifestado su disposición a favorecer la devoción hacia el sacerdote jesuita, siempre que no interfiera con sus propios cultos y actos litúrgicos. Asimismo, se permitirá la atención pastoral a los fieles por parte del vicepostulador de la causa de beatificación y se facilitará la celebración anual de la Eucaristía en memoria del Padre Tarín el 12 de diciembre, organizada por los Jesuitas de Sevilla.

Con esta firma, los Javieres dan un paso decisivo en su historia reciente, asumiendo la responsabilidad de dos templos emblemáticos del centro de Sevilla y consolidando su presencia en la vida religiosa y social de la ciudad.

Fotos: Hdad de los Javieres