La Virgen de la Presentación recorrió las naves de la Magdalena en un sobrio traslado previo al triduo solemne del Calvario (incluye galería)
Fco Javier Montiel. La Hermandad del Calvario había celebrado un traslado especialmente sobrio y recogido de su venerada Nuestra Señora de la Presentación hasta su altar de cultos en la parroquia de Santa María Magdalena, evocando con su austeridad el carácter penitencial y silencioso que siempre ha caracterizado a esta corporación.
Una noche de meditación y recogimiento
El lunes 17 de noviembre, poco después de las nueve de la noche, los hermanos del Calvario comenzaron su cortejo tras el rezo del Rosario. Abrió la procesión un grupo de hermanos con cirios, seguido por acólitos con cruz parroquial y ciriales. A continuación, las andas que portaban la imagen de la Virgen avanzaron lentamente por las naves de la parroquia, envueltas en un ambiente de recogimiento profundo.











No es una procesión llena de florituras: el carácter sobrio que ha presidido el acto evoca el estilo austero que la hermandad cultiva desde su origen. De hecho, la propia Hermandad del Calvario es conocida por su austeridad: sus nazarenos usan túnicas negras, cinturón de esparto, van descalzos con alpargatas negras de esparto, y sus pasos no va acompañados por música.


Durante el traslado, que duró casi una hora, un hermano, Javier González-Cotta periodista, crítico cultural y escritor, compartió una meditación formulada en forma de estaciones, muy al estilo del Vía-Crucis, para acompañar espiritual y emocionalmente el paso de las andas ante la feligresía presente. Al llegar ante el retablo mayor, los portadores situaron las andas en el altar, donde ya se encontraba la estructura para el triduo que comenzará dentro de unos días.












El triduo solemne y su programa de cultos
Los días 20, 21 y 22 de noviembre, se celebrará un triduo solemne con los siguientes cultos: rezó el Santo Rosario, ejercicio del triduo, santa misa, reserva y finalmente canto de la Salve.
Ocupará la sagrada cátedra el hermano Miguel Vazquez Lombo, Canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla y párroco de San Lorenzo.
El jueves 20, en el ofertorio del 1º día del triduo serán recepcionados canónicamente los nuevos hermanos, que previamente a las 18,30 horas serán recibidos en la casa hermandad para una charla formativa sobre la idiosincrasia de pertenecer a esta corporación.
El viernes día 21, a las 20,15 horas, misa solemne en honor de la venerada titular de tan bendita advocación en el día de su festividad litúrgica En el ofertorio de la misma se realizará la presentación de los niños ante la Santisima Virgen, y a la finalización se celebrará corporativamente y por las naves del templo parroquial solemne procesión claustral con S.D.M. bajo palio, para renovar antes de la reserva su consagración a la Santísima Virgen María Nuestra Señora y finalizar, como cada día, con el canto de la Salve Regina.
El domingo día 23, a las 10,30 horas, función solemne en honor de Nuestra Señora, con solemnísima celebración eucarística, ocupando la sagrada cátedra Francisco Román Castro, Pbro. Canónigo Doctoral de la S.I. Catedral de Sevilla, cura párroco de esta Real de Santa María Magdalena y director espiritual de la hermandad.
El lunes día 24, a las 20,15 horas, misa de Requiem en sufragio de las almas de los hermanos difuntos.
El domingo día 30 de noviembre, a las 10,30 horas, ante la bendita imagen de la titular,
santa misa, quedando expuesta a su término a la veneración de los fieles en devoto y solemne besamano a las 20 horas, rezo del santo rosario, concluyéndose a las 21 horas con la bendición y reserva de S.D.M. y el canto de la Salve.
Significado histórico y devocional
La Hermandad del Calvario, con sede en la parroquia de la Magdalena, tiene profundas raíces históricas. Sus orígenes se remontan a 1572, cuando existía la cofradía de la Presentación fundada en San Ildefonso. Posteriormente, la corporación fue refundada en 1886 y trasladó su sede a la parroquia de la Magdalena en 1916.
La imagen de Nuestra Señora de la Presentación, atribuida al imaginero Juan de Astorga, es una talla de inspiración romántica con rasgos neoclásicos. Representa a María con un rostro juvenil, pestañas postizas, ojos de cristal y lágrimas de cristal, expresando un dolor contenido pero profundamente espiritual.
Fotos: Fco Javier Montiel.
