Cabalgata de murga, poesía y láser. José María de la Hera. Diario de Sevilla
Además de peludo, Platero es tozudo. Y ayer protagonizó la anécdota de la Cabalgata de Reyes Magos. O una de ellas. A la hora de salir, el burrito Nirvana, traído ex profeso desde el refugio de Rute, dijo que no se subía a la carroza. Y no se subió, dejando a Juan Ramón Jiménez (el periodista Ricardo Castillejo) compuesto y sin burro en la conmemoración del 50 aniversario de la concesión del Premio Nobel de Literatura al escritor de Moguer. La participación del animal era una de las novedades de la Cabalgata 2007 y, pese a los esfuerzos de cinco bomberos por montar a Nirvana en la cuadra que le habían construido sobre la carroza, mediante correas y una máquina elevadora, se asustaba y daba coces. Los organizadores optaron entonces por que completara el recorrido a patas. Un itinerario de 14 kilómetros que Platero aprovechó para dar rienda suelta a su afición por los dulces, pues el burro se dedicó a comerse los caramelos de las carrozas precedentes que quedaban en el suelo. Los niños aprovecharon la cercanía para hacerse fotos con el burro, conducido por la poetisa Rosa Díaz, esposa del coordinador de la Cabalgata y ex consejero de la Junta Juan Ortega.
Por lo demás, la normalidad fue la mejor noticia de una tarde de fiesta para miles de niños, que se echaron a las calles con sus padres y abuelos abarrotando los lugares por donde pasaba el cortejo. Paraguas abiertos al revés, cortes de tráfico, bares a rebosar, el canguro camina pa’lante y la cucaracha ya no puede caminar. Según fuentes del Centro de Coordinación Operativa (Cecop), entre 450.000 y medio millón de personas contemplaron ayer la Cabalgata más multitudinaria de los últimos años.
Los pequeños tuvieron que esperar. La Cabalgata salió con un cuarto de hora de retraso y tardó 60 minutos en abandonar las antiguas cocheras de Tussam, produciéndose algunos cortes ante la imposibilidad física de que todos los Land Rover entraran a la vez para enganchar las carrozas. A la altura del puente de Los Remedios, el retraso acumulado era ya de media hora. Por lo menos, el tiempo acompañó, y los termómetros marcaban 16 grados a las seis y media de la tarde.
Algunos jugadores del Caja San Fernando tampoco quisieron perderse la Cabalgata, y participaron durante los primeros metros junto a la carroza dedicada al Eurobasket 2007, desde la que se repartieron 40.000 pequeños balones de baloncesto.
En total, más de 3.000 personas (800 niños, 600 beduinos, 200 voluntarios y músicos de hasta 10 bandas) participaron en una Cabalgata que contó que 33 carrozas, una de las cuales iba de escoba por si acaso. Durante las cinco horas de recorrido, se repartieron 80.000 kilos de caramelos y 20.000 Gasparines, pequeños muñecos de peluche lanzados por el rey Gaspar.
Desde el Ayuntamiento, más de 1.200 profesionales participaron en el dispositivo de seguridad entre agentes de la Policía Local, Tráfico, Bomberos, Protección Civil, Lipasam, Tussam, Parques y Jardines, Vía Pública y Alumbrado, sin contar Policía Nacional y Cruz Roja.
Con las últimas luces de la tarde, el cortejo festivo atravesó el Parque de María Luisa en medio de una legión de globos de gas de todos los tamaños y colores. Destacó la puesta en escena del rey Baltasar, encarnado por el periodista Jesús Quintero. La carroza incorporaba cañones de humo artificial y dos haces de luz verde que contrastaban con las sirenas de los coches de emergencias y seguridad que circulaban justo detrás.
Hasta 10 vehículos de Tussam –tradicional coche escoba en las fiestas sevillanas– con sus respectivos operarios se afanaban por limpiar el rastro pegajoso que dejaban las carrozas a su paso. El popular humorista Juan Joya, Risitas, acompañó como paje a quien fuera su jefe en Canal Sur. En la carroza, unas modernas pantallas de plasma mostraban imágenes del público.
A las seis y media de la tarde, la Estrella de la Ilusión alcanzaba la Plaza de Cuba. Y ya había gente esperando la comitiva en la Plaza Nueva, donde el Ateneo anunció ayer que instalará una zona reservada para discapacitados a partir del año que viene.
 
				 
                 
                 
                 
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