Provincia. El Cristo que salió de la estación
Eduardo Fdez. López. Eran las doce en punto de una nublada mañana de domingo cuando la imagen del Señor del Gran Poder de Camas comenzaba su regreso a casa tras varios meses de restauración, y lo hacía desde uno de los edificios que aun guarda una parte de la historia de esta cercana localidad sevillana, la estación de ferrocarril.
La imagen del Señor Nazareno fue colocada bajo la marquesina y era observada por numerosos fieles a la espera de comenzar su caminar hacia el templo de Santa María de Gracia, la hermandad había adornado la estación con colgaduras y tras los primeros rezos y la música de fondo la imagen del Señor comenzó su caminar por el parque Victoria Kent, lo que en su día fue la playa de vías y telaraña de cables del antiguo trazado ferroviario sevillano.
Las nubes oscuras comenzaron a asomarse amenazando lluvia pero al final solo fueron unas gotas que obligaron a transcurrir durante unos minutos algo más ligero por la calle Castillo de Bellever.
Tras discurrir por la calle Santa María de Gracia, que fue donde el cielo empezó a abrirse un poco y permitir que al rostro del Señor le dieran algunos rayos de sol, la comitiva llegó puntualmente a la una del mediodía a la parroquia, la hora fijada por la hermandad para la llegada de su titular.
Hoy pueden leer esta crónica y ver las siguientes fotografías pero en los próximos días les ampliaremos la información sobre esta restauración.
Camas es un pueblo cofrade sin duda, pero en su día también tuvo una intensa actividad ferroviaria, en la actualidad se conservan las principales construcciones arquitectónicas y da la casualidad de que si el Gran Poder regresó ayer a la parroquia desde el edificio de la Estación, la otra cofradía que procesiona en Semana Santa en esta localidad, la agrupación parroquial de la Humillación, realiza cada Sábado de Pasión su salida procesional desde el antiguo depósito de locomotoras.
La estación de Camas lleva cerca de veinte años sin ver pasar trenes, dos vagones cisternas junto al muelle de carga nos recuerdan el aroma ferroviario que un día tuvo y desde la que ayer salió el que para muchos es el tren que le guía por las sendas de la vida, el Señor del Gran Poder, destino: Santa María de Gracia.
Fotos: Eduardo Fdez. López