Provincia. Una mirada a la provincia. La hermandad de la Misericordia de Arahal
Ignacio González Fernández. El actual título que ostenta esta Hermandad ya aparece reflejado en un acta de cabildo del 10 de Abril de 1808, completando así la serie de título que ha ido ostentando a lo largo de toda su dilatada historia.
El primero fue el de Cofradía de la Caridad y Misericordia, nombre con el que aparece en su fundación en el año 1.501 y a lo largo de todo el siglo XVI. En el siglo XVII se agrega a su primitivo título el de Hermandad, figurando con el nombre de Cofradía Hermandad de la Santa Cristo de la Misericordia.
A finales de este siglo y en los albores del siglo XVIII se habla ya de la Hermandad de la Santa Caridad y Misericordia. Fue precisamente a lo largo del siglo XVIII cuando esta Hermandad va a adquirir los títulos que posee actualmente:
El de Real, concedido por el Rey Carlos IV en el año 1789; el de Venerable por su vinculación con la congregación del Venerable Bernardino de Obregón y el de Ilustre por los individuos que formaron parte de la misma y que alcanzaron cargos de relevancia en la vida política y cultural del pueblo de Arahal.
En cuanto a su heráldica, la Hermandad de la Santa Caridad y Misericordia usa indistintamente dos escudos con leves variaciones entre ellos, de ahí la existencia de dos estandartes, uno sobre terciopelo morado y otro sobre terciopelo burdeos. Ambos hacen referencia al momento que representa la Imagen Titular de la misma, el momento de la flagelación.
Cuenta la tradición que esta imagen iba destinada a otra villa de la comarca y que al pasar por Arahal, las ruedas de la carreta tiradas por bueyes quedaron inmovilizadas ante el estupor y la extrañeza tanto del carretero como de los muchos arahalenses que estaban presentes. No había forma de echar de nuevo a andar a esos bueyes que de forma milagrosa quedaron inmóviles.
Este acontecimiento les hace creer que la imagen del Cristo no quería seguir su camino y pretendía quedarse entre ellos. Lo retiran de la carreta y en solemne procesión lo conducen a una ermita que se encontraba en el centro de la villa donde recibiría el culto y la devoción de este pueblo que siempre ha permanecido fiel a esta imagen. Su fama de milagroso se extiende por toda la comarca y son muchos los peregrinos de otros pueblos que acuden a implorar sus necesidades
A Ella acudían ante cualquier calamidad pública (enfermedades, epidemias, problemas de sequía, terremotos, guerras etc) para salir procesionalmente en rogativa.
Esta magnífica escultura fue quemada el diecinueve de julio de mil novecientos treinta y seis con motivo de los sucesos revolucionarios que ocurrieron en esta ciudad; de Ella sólo quedó la mano derecha y el capitel de la columna, tal como nos relata el acta de cabildo celebrado el cinco de octubre de ese mismo año, en el que a su vez se acordó que la mano se conservara como reliquia en una urna de cristal y que se venerase en el altar mayor.
El retablo lo preside la Imagen Titular de la Hermandad de la Santa Caridad y Misericordia, Ntra. Sra. de los Dolores, escultura realizada por el imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci en el año 1943 según consta en el acta de Cabildos del dieciocho de junio de ese mismo año, presidido entonces por el Hermano Mayor D. Eduardo Benjumea Vázquez.
Esta imagen vino a sustituir a la anterior imagen titular de la Hermandad que fue destruida en mil novecientos treinta y seis y que databa del año mil ochocientos, donada igualmente por la entonces camarera Dª. Vicenta Sergeant
La actual imagen fue restaurada por D. Antonio Dubé de Luque en el año mil novecientos noventa y uno, ya que presentaba una serie de desperfectos que consistían en varias fisuras o “vientos” que discurrían por la mejilla izquierda hasta el lagrimal, y en la parte posterior, a la altura del cráneo, descendiendo hasta la espalda.
Fotos: Ignacio González Fernández